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martes, 21 de noviembre de 2006

Rock Sub·bançiunat "Nibey Se"

Dasgraçiadamen todus lus mils da miyons dal cuntribuent gastats am aquest "engendru" yamat Rock Català no han sarbit par nad. Lus artistas sacads son absulutament dalasnaplas.
Astem sagurus ca am la cunsas·siò da la Cunsayaria da Cultura als amigs da Asquerra la cosa cambiará da britat y serán capasus da sacá al marcat gran artistas com aquest:




Bisca Nibey Se!

Castilla independentista

Navegando por la red, uno en seguida se encuentra con propuestas revolucionarias como éstas. Por una Castilla independiente, ecologista y de izquierdas. Y Olé!

Todos queremos la Paz

Desear algo, con la fuerza de la esperanza agotada, no es suficiente para que se alcance la armonía necesaria que el País Vasco necesita, que todos los españoles necesitamos.

Se han cometido demasiados errores a lo largo de la historia, para que puedan ser corregidos por un proceso de negociación entre Eta y el Gobierno de Rodríguez Zapatero, y conseguirlo sin más.

Las razones del terrorismo vasco, parecen enraízarse con el arcaico principio de uso de la violencia, fundamentado en una interpretación “ad hoc” de el “ojo por ojo” del código de Hammurabi, en el ánimo de defender un territorio y un pueblo de la opresión a que otro le somete.

Pero en realidad, su origen se basa en principios más próximos en el tiempo, que nada tienen que ver con la atribución antropológica a la etnia, la lengua o la costumbre, o las instituciones políticas del pasado.

El problema del terrorismo vasco se debe exclusivamente a la deslegitimación de otro principio: el respeto a la autoridad.

¿Quién es la autoridad? Evidentemente, no lo fue el autoritarismo despótico del franquismo, ni las extorsiones del GAL, ni los ejecutores de las políticas antiterroristas de los gobiernos democráticos, ni por supuesto, las decisiones de los diversos presidentes de Gobierno que hemos conocido en esta larga transición.

No es lo mismo ser la autoridad que representarla. La única autoridad somos todos, sencillamente. Cerca de 45 millones de personas, de ciudadanos españoles, dueños últimos de su soberanía política, de las decisiones que definen su futuro como pueblo.

Este es el único principio de autodeterminación posible, la única alternativa política y constitucional: el respeto a la voluntad de los ciudadanos. Cualquier otra alternativa, requiere un referéndum, siempre y en cualquier circunstancia.

No es lo mismo sentirse legitimado, que estar legitimado para realizar una negociación en nombre de todos los españoles, sin alcanzar ni siquiera el consenso de la mayoría de las fuerzas políticas que nos representan democráticamente. Por extraordinariamente encomiable que resulte el propósito, por imperioso e inexcusable que resulte su logro, por anhelado que sea por todos.

Todos queremos la paz, pero no todos estamos dispuestos a pagar el mismo precio por ella. Si bien, la inmensa mayoría estamos de acuerdo en el valor del objetivo, hemos de discutir abiertamente la hipoteca política que nos supondrá.

Cualquier otra alternativa, que no sea la aceptada y asumida por la inmensa mayoría de los españoles, o no servirá para nada, o dejará las cosas peor de lo que estaban, por que se consiga o no la paz por esta vía, seguirá vulnerando el máximo fundamento de la convivencia política entre los ciudadanos: la representación de la autoridad.

La paz sólo será posible, cuando seamos capaces de liberarnos del pasado, sin permitir que un futuro incierto nos atrape
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IDEARIO DE CIUDADANOS

CAPITULO 7:

C’s condena de forma explícita cualquier medio de coacción, basado en la violencia y el terrorismo, que se haya utilizado, se esté utilizando o se utilice en el futuro, en nombre de cualquier fundamentalismo, de carácter político o religioso; y, en consecuencia, exige que la actuación de los poderes públicos, y de forma especial el poder ejecutivo, sea fiel al sagrado deber de defender los derechos de los ciudadanos y aplicar las leyes vigentes, frente a la actuación criminal de quienes, en el seno o con el apoyo de organizaciones terroristas y criminales, pretenden imponer sus ideas y sus modos de vida mediante el uso o la amenaza de la fuerza ilegítima, y que no se de pábulo a la falaz idea de que cualquier medio puede servir para alcanzar un supuesto buen fin.

C’s se opone frontalmente a la cesión de cualquier contrapartida política en los posibles procesos negociadores con organizaciones criminales o terroristas, y defiende que la convivencia de la ciudadanía se basa en el principio de legalidad, que en ningún caso debe ser quebrado por los poderes públicos, cuyo primer deber es defenderlo.7 del Ideario de Ciudadanos-Partido de la Ciudanía

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Ciudadanos en la Red, se solidariza con la manifestación convocada por la AVT para el próximo día 25 de Noviembre en Madrid.


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