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martes, 18 de diciembre de 2007

Un gran monumento en memoria de Zapatero

Creo que ha llegado la hora de hacer justicia, de que los españoles seamos generosos con nuestros gobernantes; Zapatero no puede irse así, con todo lo que ha hecho por nosotros. Se merece que le recordemos siempre, porque realmente él sí ha cambiado el país, él es el auténtico artífice del cambio social, del progreso, de la modernidad, y ensombrece con su resplandor propio la figura de aquel Felipe González de la chaqueta de pana, que ya no se habla con Alfonso Guerra, "el fotógrafo". Ni comparación con Aznar, están en diferentes dimensiones.

Rodríguez Zapatero ha logrado algo extraordinariamente complicado, que saltemos hacia el futuro y hacia el pasado al mismo tiempo, porque hoy el Estado español es sin duda más respetado que hace tan solo tres años y pico, cuando aquel atentado del 11-M coincidió con la renovación en el poder.

El prestigio internacional de España es reconocido por todo el mundo. Ahí tenemos a Hugo Chávez, Evo Morales, y Fidel Castro, que hablan de su amigo Zapatero, y al tiempo mentan a España para sembrar el odio hacia nuestro país entre sus súbditos, porque les resulta muy rentable políticamente no ser ellos los enemigos de sus pueblos.

El mismo Bush, el imperialista norteamericano que asola Occidente y Oriente, Norte y Sur, se dirigió a nuestro presidente en su día en español, perdón en lengua castellana, y le dijo: “hola, ¿qué tal?”. No se han valorado suficientemente las palabras que el presidente norteamericano le dirigió a su homólogo, el presidente español; con “hola” quiere decir, bienvenido, te esperábamos, sin ti no sé que íbamos a hacer, y “¿qué tal?” es el saludo de un amigo comprometido con la lucha por el cambio climático, que reconoce los esfuerzos de nuestro presidente por lograr la paz mundial con su Alianza de las Civilizaciones.

Es magnífico ver como Moratinos impone respeto e implanta cordura con nuestro vecino del sur, amigo donde los haya, hermano casi, y le recuerda que Ceuta y Melilla, aunque están en Marruecos, son auténticamente españolas. La última prueba del respeto que nos tienen los árabes, es precisamente que Gadafi está hoy en España, aunque la gente de Al Qaeda siga insistiendo en que hay que recuperar Al Andalus, a pesar de que nuestro presidente nos sacó nada más llegar a La Moncloa de la guerra de Irak, pero que tendrá que ver una cosa con otra.

A punto estuvo Zapatero de adelantarse a Sarkozy para ir a rescatar a los españoles del Chad, pero yendo ya el presidente francés no resultaba imprescindible acudir hasta allí, así se ahorró el combustible del avión para que Sonsoles pueda volver a Harrods estas navidades, en un gesto que caracteriza a alguien preocupado por el grave problema del cambio climático que asedia nuestro futuro.

Volviendo al interior de nuestro país, se deben recordar ahora las buenas relaciones que se han mantenido con los nacionalistas españoles, y los tres años de tregua que se han conseguido con ETA, que como son unos torpes, se han decidido por crispar la situación erradicando el diálogo y regresando a la odiosa violencia con un par de guardias civiles muertos, un par de inmigrantes ecuatorianos, y un señor mayor.

Nadie puede negar que Zapatero pasará a la historia, porque durante su legislatura ha conseguido que ETA solo haya asesinado a cinco personas, lo que supone un gran éxito, pues en las legislaturas anteriores no se bajaba de treinta.

El PSOE ha cambiado la forma de hacer política en España, uniéndose a los nacionalistas en Cataluña y Galicia, y apoyándolos discretamente en el País Vasco. Hay que dar tiempo al tiempo, y contemplar la posibilidad de que el referendum vasco se celebre, tras el que irá el catalán. Sin embargo,la unidad política de España no corre peligro alguno porque nuestra Constitución no permite las secesiones, y lo dice bine claro, si no lo quieren entender es su problema.

No hablaré de infraestructuras porque nunca se han hecho tantas, ni de educación porque los niveles detectados por el informe PISA son consecuencia de los cuarenta años de dictadura franquista, ni de la sanidad en la que cada día hay más crispación y deficits asistenciales, ni del bienestar social (para enero posiblemente pueda comenzar a aplicarse), ni de vivienda, ni de seguridad, ni de tecnología, ni de tantas otras materias en las que España ha pasado a ser un referente para América Latina y para los paises del Este de Europa.


Sí quiero hablar de justicia, porque con Zapatero se ha demostrado que la separación de poderes es imposible, y realmente esto no ha influido para nada en la convivencia de los españoles, Montesquieu se ha quedado obsoleto, todo hay que decirlo

Sí nos preocupa el tema del Tribunal Constitucional, con vetos y votos. Realmente de su ecuanimidad depende que se acepten los Estatutos preconstitucionales de los amigos catalanes. Y numerosas leyes que ha establecido este gobierno con su apoyo. No puede permitirse que un tribunal derribe todo el agotador esfuerzo realizado durante esta legislatura para arreglar definitivamente las cosas en nuestro país.

Ningún presidente había defendido con tanta rotundidad temas tan importantes para nuestro futuro como el matrimonio entre homosexuales, o la financiación gratuita del cambio de género a cargo de la sanidad pública. La paridad en política nos hace compararnos con países tan avanzados como Noruega.

Ningún presidente había invertido antes más de cien millones de euros en la lucha contra la violencia de género, aunque los resultados todavía no se han visto y los casos de maltrato se han incrementado, pero seguro que se verán, porque hay muchas mujeres comprometidas en la causa que cobran del Estado sus sueldos y nuestro presidente se ha declarado profundamente feminista. Sseguro que van a conseguirlo, con esa ley contra la violencia de género que también está pendiente de valoración por el TC, que está decidido a obstaculizar el progreso.

La planificación de la inmigración que se está realizando en nuestro país, de mano del ministro Caldera es bien sencilla: "donde caben cuarenta millones caben cuarenta y cinco", y lo único que hay que hacer es concienciar a los servicios públicos para que se adapten y produzcan un poco más, y no se empeñen en boicotear los avances sociales en nuestro país.

España está presente en misiones de paz a lo largo del mundo, tanto de la OTAN, como de la ONU, como de la UE. Que mueran algunos soldados es normal, porque en las misiones de paz siempre ocurren accidentes, y alguien puede recibir un disparo porque los ejercitos siguen utilizando armas, que además llevan cargadas.

Creo que son motivos suficientes para que los ciudadanos españoles seamos capaces de mostrar nuestro agradecimiento por un presidente del Gobierno que nos ha tratado como a sus propios hermanos, y a pesar de que la coyuntura internacional ha hecho que suban los precios de los alimentos (que se producen en España), por el efecto de los carburantes y el clima internacional, ¿quién en conciencia va a ser tan tacaño que no pueda aportar una pequeña cantidad para hacer un monumento a un presidente tan sobresaliente como ha sido José Luis Rodríguez Zapatero, que tanto ha hecho por todos nosotros?.

Solo queda elegir el lugar, y he pensado que el más indicado, para ser congruentes con la Ley de Memoria Histórica debe de ser El Valle de los Caídos, así los fachas dejarán de acordarse de Franco de una vez por todas. Creo que podría hacerse un palacio de congresos que sirviera en el futuro como sede internacional de la Alianza de las Civilizaciones, con mezquitas, templos budistas, taoistas, hinduistas, animistas, y laicistas.

La monumental escultura, de diez o doce metros, podría ser la de José Luis soltando una paloma de la paz con una rama de olivo en la boca, sí, claro, en la boca de la paloma, no en la de José Luis. Y nuestro presidente podría ser inmortalizado con esa pose tan suya abriendo las manos sin despegar los brazos del torso, en la que se puede comprender aún con escasa imaginación, en lo que llegaría a convertirse este mundo si estuviera en sus manos y no en las de Bush, sería como el paraíso de la paz, la concordia y la armonía.

Nunca España fue tan diferente, "Spain is diferent" (ni con Franco), al final hemos alcanzado una identidad con la que todos podemos sentirnos plenamente identificados, y todo ha sido gracias a Rodríguez Zapatero. Claro que se merece un monumento que permita recordar a las generaciones venideras la gran talla política del último presidente socialista que hubo en España.

Ginés Alvarez Blanco

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