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lunes, 4 de febrero de 2008

Todos perderemos la guerra el nueve de marzo

La cultura no entiende de política, aunque la política quiera someter la cultura a sus intereses. Tras la dominación política de la sociedad española, en sus vertientes económica, jurídica, mediática y tecnológica, es necesario dar un paso más y promover la dominación cultural.

Dos elementos son fundamentales en este propósito: la indiferenciación de los ciudadanos en su identidad y la creación de un pensamiento políticamente correcto, antecedente inmediato del pensamiento político único que se ha intuído en el totalitarismo encubierto en que hemos vivido la presente legislatura.


Que nadie se engañe, el PSOE en alianza con los nacionalismos más beligerantes, ERC, BNG, y la izquierda abertzale, han iniciado una auténtica revolución política en este país. Un gran frente popular que se ha propuesto ganar la guerra civil que perdieron sus antepasados políticos, para lo que están obligados a recrearla de nuevo por medio de la memoria histórica, la negación de la nación española y el reconocimiento del derecho a la independencia de las comunidades secesionistas. Los nacionalismos no izquierdistas, representados por PNV, CIU, o CC, hacen sus cálculos de que pueden ganar o perder en esta jugada insidiosa que ha removido el marco de convivencia democrática en nuestro país.

Por otra parte está el PP, absorto tras su distracción, al que se han unido otras fuerzas civiles, fundamentalmente algunos medios de comunicación, la iglesia católica, las víctimas del terrorismo, y otras organizaciones no políticas que defienden derechos sustraídos por el gobierno del PSOE durante la presente legislatura.

El objetivo final de la confrontación se resume en lograr que los españoles, seres libres hasta el 11-M, se sometan a lo que se presenta como si fuera lo único posible, algo parecido a lo que intento Hugo Chávez en Venezuela recientemente. Si triunfa el PSOE es malo, si gana el PP también, ninguna de las dos opciones tiene capacidad para devolver las aguas a su cauce.

Solo existe lo que se ofrece, nada más. Los ciudadanos de este país estamos atrapados entre dos malas alternativas porque ninguna conduce a la paz social tras las elecciones del 9 de marzo, que únicamente servirán para medir las fuerzas respectivas de los contrincantes.

En realidad, estamos asistiendo a la contienda entre dos formas de entender la existencia, por una parte la mecanicista que considera que el ser humano es un epifenómeno de su obra, que debe someterse a los intereses de los que deciden, y se acantonan en el Estado, representada por las posiciones de izquierda, y por otra parte, la que defiende la integridad del individuo, de la persona, como último sujeto de derechos civiles y políticos, representada por el PP. Estamos hablando de la libertad, que es lo que nos vamos a jugar el 9 de marzo. Si el PSOE gana la habremos perdido, lo que no quiere decir que si gana el PP la volveremos a recuperar.


La identidad no es un privilegio


El grave problema político al que estamos asistiendo es precisamente el de la disolución de la identidad de los ciudadanos como españoles, como ciudadanos libres e iguales, como sujetos de derechos.

La desidentificación de lo real es necesaria para establecer nuevos criterios de clasificación de la mano de obra. La esquizofrenia del PSOE de Zapatero se puede observar cuando por una parte asumen las diferencias establecidas por los nacionalismos estridentes y sus peticiones, y por otra parte introducen inmigrantes en el país para convertirlos en ciudadanos de segunda, en nuevos siervos. Están recreando el feudalismo impunemente y al mismo tiempo defienden la igualdad de derechos, elevando la falacia a toda su plenitud.

Pero no es la única barbaridad a la que nos someten, porque durante estos años han hecho que el victimismo sea la bandera bajo la que se haya agrupado la izquierda de segunda generación conformada por feministas estalinistas, ecologistas pendencieros, dependientes injustificados y otros rentistas, pacifistas de las guerras de los otros, y una suerte de organizaciones parásitas bien subvencionadas que van desde la SGAE hasta los periodistas del fondo de reptiles, entre otros dinosaurios del socialismo real.

Esta legión de “desposeídos autodeclarados” son realmente ciudadanos empeñados en sobrevivir a costa de los demás, y suponen un lastre que será imposible eludir en las próximas décadas. En España se han hecho pensionistas anticipados por criterios exclusivamente políticos, como reserva electoral. Esa es la estrategia, que la inmensa mayoría de los ciudadanos de este país se desidentifiquen para que puedan identificarse con lo que se ofrece desde el poder.

La identidad, tan querida por los nacionalistas, define características, incluso determina la forma de estar en el mundo, el “estilo de vida”, pero para nada puede ser fuente de ventajas sobre los demás. Quien utilice la identidad para obtener beneficios sociales, es un fascista y es absolutamente igual que sea de izquierdas que de derechas, nacionalista o español a secas, feminista o machista, oriundo o recién llegado.

En esta ocasión es inevitable hacer una dicotomía entre los ciudadanos españoles: los que viven de lo que producen por sí mismos y los que viven de lo que producen los demás. Los primeros son los que hacen la historia, y los segundos los que la escriben y la cuentan. Y aquí llega el segundo elemento del juego de patriotas de las elecciones del 9 de marzo próximo, en las que no solo nos jugamos lo que somos, sino lo que podremos ser en nuestra vida, y lo que podrán ser nuestros hijos.


El único pensamiento es el políticamente correcto


Todo esto necesita una filosofía propia, pero como el rango intelectual de los componentes del gobierno y “adlateres” es bastante comedido, se ha establecido una opción circunstancial fundamentado en las formas más que en los contenidos. De los contenidos no se habla, la racionalidad no existe, la historia es una invención, y todo lo que ustedes ven y viven solo forma parte de su imaginación, porque queridos compatriotas solo hay un pensamiento posible: “el pensamiento políticamente correcto”.

Se elimina la cualidad de las circunstancias, todo es gradiente, no se puede hacer más de lo que se hace, y si hay 125.000 parados más en enero de 2008, es una cuestión coyuntural, y si la vida ha subido un 7,1 % durante el año 2007 según cifras de La Caixa, es algo que no tiene sentido, y si España es el país en el que más se ha volatilizado la inversión extranjera del mundo, es algo azaroso.

Si ETA hoy está más fortalecida y hay que volver a ilegalizar lo que ya estaba ilegalizado, es por qué se respeta la justicia; si el AVE no llega a Barcelona es por problemas del terreno y de las compañías boicoteadoras, si la iglesia está que trina es por qué son unos carcas, sí se ha demostrado por activa y por pasiva que Zapatero ha sido el peor presidente de la democracia española y sus gobiernos los más nefastos, es por qué los ciudadanos no entienden de política, porque todavía es pronto para que reconozcan los grandes avances sociales que nos esperan en el mañana.

Y ante todo ésto, el PP de Rajoy solo es capaz de decirnos que lo que ha hecho Zapatero es un desastre, que no se puede seguir así, y que les voten. Cuando lo que tendrían que decirnos es si realmente van a hacer algo para llevar a Zapatero y sus gobiernos ante los tribunales y exigir responsabilidades, no solo políticas, sino civiles. Porque esta gente no se ha cargado solo el ámbito de convivencia de los españoles, sino que han dinamitado cualquier posibilidad de entendimiento, llevando las cosas a tal extremo que solo se puede elegir entre juzgarles con la Constitución en la mano o disculparles el haberse cargado la Constitución y la convivencia pacífica de los ciudadanos. El voto no resuelve las responsabilidades contraídas.

Los que voten por el PSOE el próximo 9 de marzo, además de elegir de nuevo a Zapatero, también le habrán disculpado todos sus errores. Los que voten por el PP, será que no disculpan los errores de Zapatero, y que no le perdonan. Con lo que estamos peor que al principio, la confrontación está servida tras las elecciones del 9 de marzo, no hay posibilidad de solución, estamos condenados a seguir viviendo en la crispación permanente.

Lo tenemos complicado, muy complicado. Quizás si UPyD obtuviera cincuenta diputados, algo que hoy por hoy resulta imposible, se podrían reconducir las cosas, pero ni los propios inventores del asunto creen en esta posibilidad, y no hay tiempo para que todos los españoles se enteren de lo que ha ocurrido y está ocurriendo. Creo que todos los ciudadanos saldremos derrotados el nueve de marzo, es la consecuencia que se deriva de la baja capacidad de los políticos que nos han representado durante esta legislatura.


Biante de Priena

Di NO al Partido Único, vota EN BLANCO (1)

Éste es el primero de una serie de artículos que dedicaré a las elecciones generales 2008. Mi propósito es denunciar la ofensiva de la nomenclatura política contra los ciudadanos, contra las libertades democráticas y, en definitiva, contra la Nación Española. A esta nomenclatura, que abarca desde los separatistas hasta la peponería, pasando por izquierdas oficiales y alternativas, así como por proyectos regeneradores y degenerados, la llamo "Partido Único". Este frente electoral defiende unos intereses y/o unas opciones estratégicas contradictorios entre sí, pero en las antípodas, cada uno a su manera, del interés general y del bien común, es decir, aquí y ahora, de España.

Las ideas evocadas en esta serie de escritos no reflejan línea editorial alguna en el Blog Ciudadanos en la Red. Son la voz de un hombre que se expresa exclusivamente en nombre propio.

La primera entrega la dedico a:


RAJOY O LA AMNESIA DE UNA DERECHA DESIDEOLOGIZADA

La alternativa al desastroso gobierno de la izquierda aliada con todo aquel que quiera romper España para repartirse sus despojos la encarna, según dicen, el PP de Rajoy. Un partido que defiende objetivamente la inmersión lingüística forzada en Galicia; que ha redactado y adoptado un estatuto valenciano contrario a la cohesión nacional; que ha aceptado un estatuto andaluz claramente desleal a España.

Dice ahora Rajoy que los padres deben poder decidir en qué idioma van a estudiar sus hijos, apuntando a la prohibición de facto del castellano como lengua de enseñanza en Cataluña. Sin embargo, Dolores Nadal, número uno por Barcelona, defiende la legitimidad histórica de la normalización lingüística en Cataluña; sin embargo, Rajoy era ministro de Educación en los 90 y no se opuso al nacionalsocialismo educativo catalán; sin embargo, Vidal-Quadras, después de haber sido políticamente decapitado por Aznar, y cuya cabeza fue entregada a mini-Ubú a modo de dote, sigue marginado de los círculos de decisión y de poder de su partido.

Rajoy también promete "seny" si gana. Significa volver a 2004, considerar que vamos a salir de un bache, un lapsus, un accidente de cuatro años y que la España constitucional y de las autonomías seguirá siendo el camino. No asume Rajoy ni asume el PP el fracaso del modelo de 1978, ni reconoce que las fuerzas disgregadoras han impuesto su voluntad en varias regiones del país. Finge no entender que ninguna reforma cosmética de la Constitución deshará lo andado, ni asume la gravedad de la situación, sólo comparable a 1934-39 y a 1808-1820, para no asustar a la gente ni asustarse a sí mismo.

A Rajoy le molesta la asignatura de Reeducación para la ciudadanía, según la acertada definición de Albiac. ¿Su solución? Cambiarla por la enseñanza del Inglés. También le incomoda la memoria histórica y promete no hablar nunca del pasado, y siempre del futuro. Ignora Rajoy, porque no se lo enseñan a los registradores de la propiedad, y porque estos alegres muchachos sólo saben de economía, que sin reivindicar un pasado común no hay futuro compartido y posible. Olvida que la palabra España ya ha desaparecido de los libros de texto de varias provincias de la Nación; que hace ya tiempo que en ningún instituto se estudian los ríos y las montañas, la gramática castellana o las gestas históricas de España. Nada que pueda ayudar a los más jóvenes a esclarecer algo acerca de lo que hemos sido. No entiende, porque nadie se lo ha dicho en Génova, que si no asumimos lo que fuimos y lo que queda de lo que somos, no hay futuro posible para España, salvo un estado funcional, vaciado de contenidos patrióticos, democráticos y nacionales, para encanto y alegría de nacionalismos periféricos y savateres.

Inglés, ordenadores y futuro, ésa es la ambición regeneradora de la propuesta peponera, pero ni una palabra sobre la necesidad y la urgencia de devolverle las competencias educativas al gobierno de la Nación; de refundar la enseñanza de la Historia y de la Lengua en las escuelas; de reconstruir un discurso educativo acerca de lo que nos une y no de lo que, según delirios y reinvenciones, nos estaría separando.
Hace tiempo que el PP se ha desentendido de la cultura y de la educación, cediendo el espacio, su gestión y sus contenidos a la izquierda más ignorante y más sectaria del continente, apoyada en manadas de pedagogilis y en tribus de filólogos nacionalistas y fanáticos.

El PP, inmerso en la lucha por el poder coyuntural, preso de contradicciones y de rivalidades internas, carente de ideas y de voluntad para defender una Nación que se resquebraja, vende seny y promete empleo. Su programa electoral es una ofensa contra la inteligencia de los votantes, así como una demostración de cobardía frente al enemigo; en suma, una capitulación en campo abierto.

Votarle al PP en esta situación de emergencia es apoyar el ala cedista y buenista del Partido Único.

EL 9 DE MARZO, DI NO. VOTA EN BLANCO, Y RESISTE.

Dante Pombo de Alvear

Manuel Chaves propone que los niños andaluces estudien el catalán, el vasco y el gallego

Los niños ya podrán venir en AVE desde Sevilla a Barcelona y subir un nivel en la escala educativa. Viajarán, educativamente hablando, del ano al recto de España, en un apestoso viaje rebosante de grumos cuyo destino es el de confundir su identidad


Sobre la propuesta del encantador de serpientes Manuel Chaves, Presidente de la Junta de Andalucía, de que los niños andaluces estudien las lenguas regionales de España:

1.- Como la tarea de estos señores del PSOE es ponérselo fácil a los liberticidas, realmente podríamos encontrarnos con que a un niño catalán se le dieran toda clase de facilidades para estudiar en catalán en Sevilla, mientras que en Barcelona un niño sevillano, hasta que tiene 9 años, no tiene la posibilidad de recibir ni una sola clase de lengua española: la lengua española prohibida en la educación catalana y la lengua catalana enseñándose en la educación andaluza.

2.- ¿A nadie se le ha ocurrido enseñar a los niños andaluces algo que sea realmente útil? Por ejemplo, reforzarles las matemáticas, la física, o cualquier idioma universal?

Vamos a llegar a un punto en que en España te darán un trabajo por ser gay, frentepopulista, musulmán o por saber catalán. En cambio, por ser padre de familia sólo te darán por el culo.

Lo que tiene que hacer el próximo Gobierno de España es declarar ilegal la actual discriminación laboral por no hablar catalán, vasco o gallego. Prohibir los anuncios en prensa donde se exija el conocimiento de estas lenguas para encontrar un trabajo, así como su obligatoriedad para los puestos de las administraciones públicas. Esto sí que sería, fomentar la LIBERTAD, LA IGUALDAD Y LA MOVILIDAD.

¡Yubén Cuatribarrat, alluda a la NaS·Siò!


Llove Patriota Cuatribarrat: La naS·Siò asta an paligru.

¡Ayistat a las S.B.!

S.B.: Sturmabteilung Bulatáiras.

©Claudio Zanetti


YUBÉN CUATRIBARRAT, DISTRIBULL AQUET BAN·NE ANTRA ALS TEUS AMIGS PATRIOTAS

http://img515.imageshack.us/img515/6497/cuatribarraten2gd0.jpg

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