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jueves, 15 de enero de 2009

UPyD o la Revolución del más de lo mismo

El pasado 6 de agosto de 2008, publicaba en este mismo blog un escrito autocomplaciente, titulado “el arca de la libertad”. Quizás hoy sea bueno recordar lo que entonces se decía, a propósito de un artículo que ha escrito Rosa Díez en su blog y que ha titulado “somos revolucionarios”, más bien reaccionarios, porque nada nuevo aportan que no haya existido previamente, revolucionario implica cambio, evolución, diferencia, mutación, novedad, y nada de esto nos ofrece UPyD, que repite los mismos errores del resto de formaciones políticas españolas.

Como se podrá comprobar, Rosa Díez, que parece a punto de heredar a su homónima Rosa de Luxemburgo (la de la revolución permanente), habla de las cosas que se hacen desde su partido, vende el producto, y la verdad es que lo vende bien, es una gran agente comercial.

Rosa Díez, acaba de descubrir la democracia y se siente fascinada. Realmente, Rosa Díez lleva toda su vida en política, y ha sido testigo (y responsable) de los desmanes que se han cometido en el PSOE durante los últimos treinta años. Y con la moral del converso, ahora nos anuncia la buena nueva de que la democracia existe y que ella nos trae un mensaje de buena voluntad. Y defiende la alegría, a su manera.

Rosa Díez quiere recoger el descontento de este país, que es mucho, en el río revuelto de la política española de un PSOE en vesánica huída hacia delante y un PP que espera su proceso de momificación. A eso se le llama oportunismo político y también es más de lo mismo.

La líder de UPyD, única protagonista y portavoz de la revolución que anuncia, se ha dedicado a tomar todos los errores que se han cometido en política en los últimos años, especialmente los relacionados con las aberraciones impuestas por los nacionalismos, y ahora está dispuesta a vendernos la purga a todos nuestros males. El crecepelo democrático más maravilloso.

Para ello no dudará en disfrazarse de patriota, ya verán. Ella, que en el nacimiento de su partido tenía dificultades para pronunciar la palabra España, porque solo se refería al Estado, hasta que comprobó que denominar nuestra nación por su nombre le podría traer muchos votos, como así fue. Savater dejo de decir tonterías y no volvió a repetir aquello de que la idea de España se la soplaba.

Pero que nadie se engañe, UPyD es una excrecencia del PSOE, que trata de representar el socialismo español, ante la fragmentación que se deriva de la política federal descubierta de Zapatero, de todos los socialismos nacionalistas que representa.

UPyD promovió en su día un Manifiesto por una Lengua Común, del que no se sabe que fue, porque ni siquiera se supo cuanta gente había firmado y eso que fue apoyado por el PP, La COPE, Libertad Digital, El Mundo, Hazte Oir, y no sé cuantas asociaciones más. Extrañamente, desde Ciudadanos en la Red no todos lo apoyamos, cuando llevamos más tiempo que Rosa Díez defendiendo el español ,como idioma genérico y preeminente de nuestro país, que UPyD o que Ciutadans.

Verán ustedes, UPyD se sigue anunciando como una opción progresista (a lo que no se tiene objeción alguna), pero lo que no se puede admitir bajo ningún concepto es que se promueva como un partido liberal que pretende la transversalidad política (como dice Rosa en su artículo).

En UPyD no hay liberales, pero sí hay oprimidos, que se quejan, que son purgados y expulsados. No se puede aceptar que una líder de un partido político que pretende ser revolucionario, prosiga en el engaño a los ciudadanos, presumiendo de lo que no es, ni puede ser, ni ella, ni su partido. UPyD representa las iras del PSOE de Felipe González, el de la corrupción y el pelotazo, ante las veleidades progresistas y nacionalistas del PSOE de Rodríguez Zapatero.

En UPyD hay un modelo de Estado fuerte, no de nación libre. En el partido magenta se defienden los derechos de los ciudadanos, no sus libertades. Por eso en abril de 2008, ya dijimos que estábamos hartos de UPyD y lo seguimos estando. No de su presencia, sino del engaño al que pretender someter a los ciudadanos españoles hastiados de la política, y necesitados de algo que no les defraude, una vez más.

El movimiento en política se demuestra andando, y en UPyD se han encargado de acallar cualquier voz discrepante (como hicieron en Ciutadans, que está actualmente al borde del marasmo). En UPyD ni se cumple la Ley de Partidos, ni el artículo 6 de la Constitución española. Algún militante llegó a solicitar el año pasado la disolución del partido al Defensor del Pueblo por falta de democracia interna.

Ciertamente, la organización leninista de la formación magenta que han impuesto Carlos Martínez Gorriarán y sus acólitos, es el veneno mortal que conducirá a su final. No se puede pretender en pleno siglo XXI, con toda las facilidades para comunicar la información, mantener una organización política sectaria, acotada y siniestra, más propia de comienzos del siglo XX.

No han entendido, al igual que Ciutadans, el mensaje de la sociedad española, de los ciudadanos españoles, hartos de la política de partidos, en los que determinados gerifaltes proponen a los representantes, mientras que los electores los ratifican en las urnas. Los españoles quieren democracia, no partidos políticos sin democracia, que llegados a la representación pública resultan incontrolables y terminan haciendo lo que les da la gana a sus líderes. Los españoles no queremos ser representados, lo que queremos es representarnos a nosotros mismos, o delegar nuestra representación en quien nos ofrezca confianza suficiente, y evidentemente, de forma provisional, no sin condiciones.

España, actualmente, es un desastre gracias a los políticos. Más políticos, nuevos políticos, otros políticos, se tiñan del color que les parezca y se disfracen de salvadores inevitables, no van a resolver los problemas políticos que tenemos los españoles. No se trata de insistir en el más de lo mismo, se trata, precisamente, de superar el más de lo mismo, no que alguien decida por todos, sino que todos decidan y se elija al que mejor puede representar lo que han acordado. No se puede estar a favor del laicismo y aprovechar las enseñanzas del jerarquismo vaticano para organizar un partido político. La horizontalidad en las decisiones, sin cúpulas ni bases, es imprescindible.


UPyD está condenado a seguir los pasos de Ciutadans, otro intento fallido, fundamentalmente gracias a sus dirigentes, no solo por las enormes dificultades que supone incorporarse de nuevo al reparto de la tarta del poder, pero también, desgraciadamente, un nuevo fracaso para los ciudadanos no representados políticamente con las formaciones existentes, o tal vez, el mismo de siempre.


Erasmo de Salinas

España año zero: política y miseria

Es lo que queda del país, aquel que se llamó España durante quinientos años y hoy no se llama porque está mal visto, unas cuantas instituciones maltrechas, una desvencijada historia forzada y violentada con la ganzúa de la memoria electoralista, una geografía inquietante e indefinida, unos ciudadanos desiguales y diversamente oprimidos, unas arcas del Estado vacías, el recuerdo de una Constitución que pudo haber sido y ya no es, de una democracia transida por el arrebato de la ambición y mucha propaganda, demasiada, al servicio de la soberana estupidez de unos políticos que han destruido más en cinco años de lo que se había construido en veinticinco.

Y lo más extraño es que de todo lo acontecido no hay responsables. Han soltado los elefantes en la sala de vajillas de la dinastía Ming, y ahora quieren que nos acostumbremos a los platos de plástico, mucho más funcionales y prácticos. De ser un país que políticamente podía competir en libertades con cualquiera de los más avanzados, hemos pasado a ser un país en el que los derechos se han convertido en torcidos para beneficiar a los poderosos y perjudicar a los demás.

Y todo esto ha ocurrido por varias razones que se exponen a continuación:

La intempestiva política del PSOE

Cuando un partido en el Gobierno, se dedica a regular los problemas de sus clientelas particulares, en lugar de los intereses generales de los ciudadanos, mal vamos. La política del PSOE se ha caracterizado por varios frentes peculiares, todos ellos caracterizados por el apoyo a los sectores más radicales de la sociedad en diversos ámbitos, sustituyendo la historia por la histeria, y la memoria por la memez.

Al PSOE, como organización socialista, le gusta clasificar a la gente, porque abomina de los seres humanos individuales, le molestan las particularidades que no se puedan hacer colectivas, y prefiere hablar con las personas si se acomodan a las etiquetas correspondientes. De esta forma, la política de apoyo a las mujeres se convierte en feminismo, la política de apoyo a los homosexuales en homosexualismo, la política de apoyo al poder absoluto del estado en opresión, laicismo, alineación, y alienación. Al PSOE le gusta desposeer con avaricia a los ciudadanos de su identidad, sus valores, sus principios, sus creencias, y su pluralidad, para convertirlos en blancos o negros. Blancos son los que nos siguen y negros los fachas, es decir, todos los demás, los que no ven a Zapatero como el único salvador posible de los problemas de los ciudadanos de este país.

Al PSOE, como partido totalitario, le interesa el control del poder en todos los ámbitos de la política, la sociedad, la cultura, la justicia y los medios de comunicación. Quien discrepa de sus intervenciones es condenado al ostracismo, porque todo lo que se aparta de lograr su objetivo de creación de una sociedad deshumanizada, es un escollo a superar y aplastar desde el poder.

¿Han visto ustedes alguna vez a un socialista discrepar del socialismo?, es algo extraordinario, pero aunque parezca que es por cohesión, en realidad es por temor a diferenciarse, a ser alguien que tenga ideas propias en un mundo en el que sólo caben ideas comunes y compartidas. En realidad son fanáticos, que en vez de servir a la democracia, la secuestran para servirse de ella y lograr sus objetivos particulares, que perjudican a una inmensa mayoría, pero benefician a sus clientes, afines, y simpatizantes. El socialismo es un cáncer para la libertad, sin tratamiento alguno, más que su extirpación absoluta. Nadie puede sentirse libre bajo un gobierno socialista, porque el socialismo es una cárcel en la que sólo cabe el pensamiento único y clonado.

La ausencia-muerte del Partido Popular

De los errores cometidos por el partido conservador español desde que Aznar dejó de ser presidente, se podrían escribir varias enciclopedias. Sin duda, el mayor error de todos ha sido mantener a Rajoy de presidente del partido, demostrada su ineficacia persistente en reducir el avance del socialismo en España. Tantas veces se han equivocado en el Partido Popular, que por cálculo de probabilidades deberían comenzar a acertar en alguna ocasión pero no, no ocurrirá, porque el partido de la derecha, ha seguido paso a paso la hoja de ruta que le ha ido programando el PSOE desde hace cinco años, ha mantenido en sus poltronas a líderes políticamente fofos, y con la excepción de los lugares donde se ha mantenido arriba (Madrid, Valencia, Murcia, Castilla León), ha ido perdiendo cuota de representatividad. Nadie puede comprender como Arenas sigue rigiendo el PP en Andalucía después de haber perdido su partido seis elecciones consecutivas, lo mismo ocurre en Castilla La Mancha, Extremadura, Aragón o Asturias. De Navarra mejor no hablar. De La Rioja, Cantabria, Baleares, Galicia, y Canarias habría que pedir responsabilidades todos los días por los errores cometidos.

En cuanto a Cataluña y País Vasco, la alianza existente entre nacionalistas y socialistas, ha impedido cualquier avance del PP desde comienzos de la democracia. Nunca han logrado nada y seguirán sin lograrlo, porque no se han parado a comprender lo que ocurre. El PSOE ha convertido al PP en el coco, y no han sido capaces de sacudirse el sambenito, porque la gente piensa que votar al PP es promover el regreso del franquismo. Hay que ser torpes, para no enfrentar con una perspectiva liberal los problemas nacionalistas, pero no, erre que erre, los que se equivocan son los demás.

En fin, que seguirán perdiendo elecciones, porque son unos incapaces, y realmente han relegado en el partido a todos los que tenían las ideas claras, a los que eran coherentes, y a los que hacían más daño, para dejar el PP a la medida de los intereses de José Blanco, ese Partido Popular tardofranquista, ultracatólico, y autoritario que apoya a los imperialistas norteamericanos. Una imagen que no son capaces de quitarse porque van con corbata y traje de alpaca a la televisión, como si fueran los directivos de la empresa que pueden joder a la mayoría de los españoles.

Los nacionalistas esos


Todo el mundo culpa a los nacionalistas de los males de España, cuando en realidad no representan ni al 10 % de la población. Los nacionalistas tienen legítimo derecho a la existencia, por supuesto. Pero lo que no es normal es que dirijan la política de todos los españoles cuando son una minoría escasa, pero muy llamativa, muy mimada por los medios de comunicación, muy sobrealzada por el miedo que imponen con sus afinidades electivas y sus hechos diferenciales. En las últimas elecciones generales UPyD obtuvo más votos que el PNV, pero un solo escaño frente a seis del partido vasco.
En realidad lo que ocurre en este país no es un problema del nacionalismo, es un problema de los partidos de ámbito nacional que necesitan a los nacionalistas para gobernar el Estado, ese es el problema. El problema de este país es el enfrentamiento permanente entre el PP y el PSOE, no los problemas con los nacionalistas.

Pero la situación es extraordinariamente perversa y tiene difícil solución con la repetición de patrones políticos por parte del PP y del PSOE. En Cataluña se ha extinguido el español de las escuelas, no por el poder de los nacionalistas, sino por la falta de acuerdo de los partidos nacionales. Mientras el PSOE siga ofreciendo destruir derechos de todos los españoles a cambio del apoyo de los nacionalistas del PSC, del PSE y del PSGa, será el PSOE responsable de los desmanes del nacionalismo y no los nacionalistas.

Las opciones residuales

Izquierda Unida, UPyD, Ciutadans son partidos socialistas, pero con envoltorio diferente, tienen algunas peculiraridades, IU gobierna con el PNV y EA en el País Vasco, con ERC y el PSC en Cataluña, y con el PSA en Asturias. Con eso se conforma, parcelitas de poder y dos diputados es suficiente para mantener la supervivencia vendiendo el mismo producto que el PSOE, corregido, aumentado y radicalizado.

UPyD y Ciutadans, también son formaciones socialistas, en este caso no nacionalistas, lo que no quiere decir que defiendan la nación española, ni mucho menos. Defienden un Estado multifacético y plural en el que los ciudadanos recuperen derechos comunes, en realidad son excrecencias del PSOE, que tratan de heredar de sus errores, y aprovechar la coyuntura para ver si le pueden quitar también algún voto al Partido Popular. Son formaciones oportunistas, que proclaman un discurso homogeneizador y ecuánime, muy grato a los oídos de los que están hartos de tanta estupidez, pero que en realidad son partidos políticos en miniatura, que cometen los mismos pecados que sus hermanos mayores: falta de democracia interna, exclusión de los discrepantes, acotamiento del poder en una oligarquía férrea, y ausencia de proyecto e ideas propias, porque los que pudieran tenerlas, salen corriendo cuando ven que los mejores estarán sometidos a la tiranía de los peores, que se han apalancado en el poder.

¿Qué se puede hacer como ciudadano de a pie?

Ante el panorama político que tenemos en España, creo que la única alternativa racional es emigrar o pasar inadvertido, y dedicarse a las aficiones que cada uno pueda procurarse. La política en España no existe, porque está en manos de antipolíticos, que han convertido en un negocio personal la representación pública, y harán lo que les dé la gana mientras sigan obteniendo apoyo de los ciudadanos.

Actualmente, no hay opción política en España, que sea merecedora del mínimo respeto, quien se respete a sí mismo, no puede cometer el error de votar por alguien para que le represente, que solo va a representar sus propios intereses. En España no hay democracia, hay un entramado político que ha secuestrado la democracia. En España no se respeta la Constitución, ni por los políticos, ni por los ciudadanos. Y a pesar de pagar unos impuestos excesivos para los malos servicios públicos que recibimos, absolutamente politizados, mediocres e insatisfactorios, no hay opción en la política que pueda remediarlo. En la sociedad, por ahora, tampoco.

Creo que solo nos salvaría una invasión de los musulmanes, una quiebra del Estado, el estallido de una guerra civil o una abstención tan inmensa que hiciera a los políticos actuales salir corriendo hacia el exilio antes de ser juzgados y condenados a privación de libertad, e inhabilitación para cargo público de por vida.

En las próximas convocatorias electorales quédense en casa, dejen de participar en esta escenificación democrática que enmascara una dictadura. Verán ustedes, si acuden a las urnas, se exponen a que el día que las cosas cambien, alguien les reclame daños y perjuicios por colaboración con delincuentes reconocidos. No sean comparsas, que se voten ellos mismos y que hagan el ridículo, aún más. Y si quieren divertirse voten a los legalizadores del cannabis o el partido pirata que quiere ir a Europa para protegernos de “alibabistas” de la SGAE, esa organización fiscal-policial privada que se ha inventado el PSOE para controlar a los ciudadanos en internet. O algo saldrá, mantengan la esperanza, porque es lo último que se pierde.


Biante de Priena

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