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sábado, 31 de diciembre de 2011

El vampiro Rajoy


Queridas víctimas:

He pasado muchos años viviendo en el confortable armario que me ha brindado mi amigo José Luis sin hacer nada, dejando que pase el tiempo. Entre los dos hemos urdido un plan para hacernos más poderosos y poder vivir para siempre del erario público, es decir, de vuestros impuestos (la sangre del pueblo). José Luis se ha encargado durante los últimos ocho años de recortar los derechos civiles, sociales y laborales de los españoles, bajando los sueldos, congelando las pensiones, reduciendo el bienestar de todos, e incrementando los gastos del Estado de forma extravagante pero sin subir excesivamente los impuestos, porque esa es la parte que a mí me corresponde y tened bien seguro que cumpliré con ella. Vais a pagar por todo, hasta por respirar y por vivir, ¿acaso os pensábais que podéis disfrutar de unos amos tan magníficos como nosotros sin pagar por ello?. Esto solo acaba de comenzar, cuando termine la legislatura no habré creado un puesto de trabajo, habrán cerrado muchas más empresas, tendréis peores servicios públicos, pero estad seguros de que vosotros viviréis mucho peor, seréis más pobres y estaréis aplastados, con menos recursos y más impuestos. No lo olvidéis, para que nosotros, los políticos del PSOE, PP y nacionalistas, podamos vivir cada vez mejor, vosotros estáis condenados a vivir cada vez peor, por el bien de España, claro. Es la ley del más fuerte, el que tiene el poder lo administra para su propio interés y beneficio. Sed felices con lo que os quede este año que comienza, porque el año que viene las cosas serán aún mucho peores.

Pidamos la dimisión de Rajoy, por tomarnos el pelo

"En una situación de crisis, donde todo el mundo lo está pasando mal, donde todo el mundo tiene dificultades, donde mucha gente ve como no le paga ni siquiera la administración, es un disparate quitarle recursos a los particulares y subir los impuestos. Y eso va contra el empleo. Eso va contra el bienestar y eso va contra la riqueza, y desde luego este partido se opondrá a cualquier nueva subida de impuestos que demagógicamente plantee el gobierno de España". - Mariano Rajoy, Julio de 2009

Cada día que pasa, estoy más convencido de que la causa de la mayoría de los problemas de los españoles, tanto individuales como colectivos, tienen como origen a los políticos que tenemos en este país. Mira que Rajoy aseguró que no iba a subir los impuestos, antes de las elecciones.

Llevo estudiando la política española en su evolución a lo largo de los últimos ocho años, tras el 11-M, desde entonces he contemplado las mayores barbaridades que nadie pudiera imaginarse. He visto auténticos tarugos, inanes y depravados, convertirse en una casta infame a lo largo de estos años, una casta que se ha convertido en una aristocracia en un régimen que sobre el papel, parece ser una democracia.

La corrupción política en España resulta insostenible, los españoles ven la política como el tercer problema más grave de este país tras la crisis económica y el paro, la justicia es dependiente de la política, estando a su servicio y los medios de comunicación hacen la ola, sin una crítica siquiera a la depravación del sistema institucional en el que estamos viviendo. En la política española se han ido reuniendo los más aprovechados ciudadanos alrededor de un inmenso duerno (el dinero público no es de nadie), sin rendir cuentas a nadie, se han dedicado a explotarnos y expoliarnos de forma miserable a los ciudadanos. Y lo más terrible, es que si un ciudadano le causa un daño a una empresa le despiden sin contemplaciones, pero si un político le causa un daño de millones de euros a los españoles, sigue presentándose a las elecciones y formando parte de la casta como si no hubiera pasado nada.

Llegadas las elecciones cambiamos a los que están por los que vengan, comenzamos a pagar los errores de los que se han ido y comenzamos a sumar los errores de los que han llegado, para pagarlos en el futuro. Realmente no creo que el sistema aguante mucho en estas condiciones, no se puede permitir que una aristocracia de 50.000 afortunados, sigan viviendo sin ninguna dificultad, mientras 47 millones de españoles cada día lo pasan peor. Me parece que este régimen está dando sus últimos coletazos, porque no se puede vivir en esta depravación por mucho tiempo, no se puede vivir en una dictadura oligárquica disfrazada de democracia en pleno siglo XXI. ¿Para qué sirve acudir a las urnas si los que son elegidos para resolver los problemas de los que son echados, no mueven ni un dedo por cambiar la realidad para que quien cometa errores los pague, de alguna forma? Todavía se permiten darse homenajes y rendirse honores y condecoraciones entre los miembros de la casta, riéndose en la cara de los damnificados ciudadanos.

Creo que no hay posibilidad alguna de acuerdo entre ciudadanos y políticos, por la misma razón que no la había entre los esclavos y los amos. No se puede seguir soportando tanta mendacidad, tanta tomadura de pelo, y a tantos sinvergüenzas organizados deshaciéndonos la vida a quienes les pagamos el sueldo. Va siendo hora de que las cosas cambien, la sociedad está abocada cada día más a formar frente común ante los ladrones con corbata y gastos de representación. Realmente no queda mucho tiempo para encauzar un cambio tranquilo, porque el grado de malestar de los españoles va creciendo por momentos.

Estoy convencido de que los políticos no resolverán nuestros problemas, fundamentalmente uno, la credibilidad que nos merece su representación. Basta ya de seguir embaucando a la gente, mientras la política española no abandone los hábitos autoritarios, antidemocráticos y totalitarios en los que se ha consolidado durante los últimos treinta años, estamos sentados sobre un volcán, que entrará en erupción con seguridad. Cuanto más se encastillen los políticos ejerciendo su violencia económica y política sobre los ciudadanos, más energía tendrá el movimiento que se prepara para derrocar el régimen de incompetencia y molicie en el que nos hacen vivir.

Enrique Suárez

martes, 27 de diciembre de 2011

Otra desaceleración


Cuando en mayo de 2008, el candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero nos habló de una palabra que desconocíamos los españoles en nuestro lenguaje cotidiano, muchos nos preguntamos si esa era la forma de denominar a la recesión en la que estábamos viviendo, para permitirle triunfar en las elecciones engañando a los electores. Pero la realidad, que es necia, transformó “la desaceleración transitoria” de Zapatero en la mayor crisis económica que España ha atravesado desde la guerra civil. Tanto progresismo nos ha llevado, al menos, veinte años atrás; como sigamos con la memoria histórica como hoja de ruta, es posible que volvamos a contemplar a las dos Españas enfrentadas de nuevo, si acaso no han dejado de estarlo desde entonces.

Sorprende, por tanto, que el recientemente nombrado ministro de Economía del PP, Luis de Guindos, vuelva a utilizar la palabra desaceleración, pero en esta ocasión para .gifanunciarnos que el crecimiento del PIB será negativo en el último trimestre del 2011 y el primero de 2012, lo que en términos económicos se corresponde con una recesión, que si va acompañada de un ascenso de precios (algo que ha ocurrido con la reducción de salarios y la congelación de las pensiones, de forma encubierta, pues a pesar de haber subido los precios menos de un 3 %, de forma enmascarada y a dictado de decretos, los ingresos disponibles de los españoles han sido paulatinamente menores ), se conoce con el nombre de estanflación, que es la situación en la que llevamos más de tres años, sin ser reconocida por el partido del Gobierno pasado.

Llama poderosamente la atención que el nuevo Gobierno, siga utilizando los mismos recursos propagandísticos que el anterior, pero en esta ocasión para confirmar que estamos en una de las situaciones económicas más escabrosas de nuestra historia. Sin duda, es una primera impresión, porque todavía queda saber cuanto nos han dejado sin contar sobre la realidad, los que se han ido con la ayuda de nuestros votos, porque si han mentido en todo es de esperar que también lo hayan hecho en el colofón de su obra como legado.

Pero también llama la atención la escasa inteligencia de los nuevos gobernantes del PP, que con tal de alcanzar el poder, no fueron capaces de liderar a los españoles en su enfrentamiento con un Gobierno desquiciado y desnortado, mientras practicaba una perversa política de tierra quemada. Atrapados en el Síndrome de Casandra, secuestrados los españoles por un Gobierno desquiciado y una oposición ausente, hemos visto como se han alejado las posibilidades de solución a nuestros problemas.

Algunas de las características de una estanflación, para aquellos que las desconozcan, son las siguientes:
  1. La consecuencia inmediata es el incremento del desempleo, por debajo del 3 % de crecimiento del PIB se pierde empleo, fundamentalmente en los sectores más frágiles del mercado laboral que afectan especialmente a mujeres, jóvenes e inmigrantes.
  2. Se cierran empresas por quiebra, porque no pueden resistir las condiciones crediticias sin demanda de sus productos, las más vulnerables, las que estén con una elevada presión crediticia cerrarán en primer lugar. Más desempleo.
  3. Incremento de precios considerable, incremento descontrolado de la inflación, con grandes elevaciones de precios en productos básicos y de uso necesario.
  4. Disminución galopante del consumo, porque el desempleo influye en la cuestión, pero también el flujo económico que se reduce, enfriamiento de la economía, reducción de las importaciones, saldo en nuestros productos en venta al exterior con apenas beneficios, economía de supervivencia en las empresas.
  5. Conflictos en el mercado laboral, abaratamiento de la mano de obra, huelgas sectoriales ininterrumpidas. En consecuencia, dificultades crecientes en los servicios públicos.
  6. Incremento considerable del desempleo, que posiblemente llegue a alcanzar los seis millones, haciendo inviable la asignación de subsidios de desempleo prolongados.
  7. Disminución de la recaudación por parte del Estado con lo que se incrementará la presión fiscal con subida de impuestos, directos e indirectos.
  8. Ascenso de los tipos de interés para frenar el consumo. Esta medida al pertenecer nuestro sistema al euro, se compensará con exigencias extraordinarias por parte de la Unión Europea
  9. Desinversión extranjera, huida del capital a lugares menos tormentosos. Entrada de capitales especulativos en nuestro mercado, lo que incrementará los problemas financieros de nuestras empresas a medio y largo plazo.
  10. Paralización - estancamiento de la obra pública, el Estado reduce su participación en el mercado porque no tiene recursos más que para mantener su funcionamiento. Reducción de funcionarios, congelación de sueldos, exclusión de eventuales.
¡Que no falte la salud!

Enrique Suárez

lunes, 26 de diciembre de 2011

La verdad nos hará libres, las mentiras que nos cuentan, sus esclavos


Si por algo se caracteriza la crisis en la que estamos inmersos es por su magnificación por los medios de comunicación. Hace muchos años que en este blog hemos denunciado las ocultas intenciones del poder de atosigar hasta la asfixia a los ciudadanos, otra vuelta de tuerca, para ocultar los errores que se han cometido y para enmascarar las pifias irresponsables de los que han detentado el poder con donosura y descaro.

Nadie me ha convencido todavía de que si en este país ha ocurrido el desastre que ha organizado el PSOE de Zapatero, no podría haberse dado nunca sin la connivencia cómplice de la oposición ausente del PP de Mariano Rajoy y la colaboración interesada de los partidos nacionalistas. Creo que es un error atribuir al PSOE, exclusivamente, la responsabilidad de esta crisis, no por haber hecho bien las cosas, sino por haberlas hecho extraordinariamente mal y no ser respondido, ni detenido en su locura por quienes tenían que haberlo hecho: los partidos de la oposición.

Tampoco podría haber acontecido tal desmadre sin la colaboración permanente de los medios de comunicación, que han participado en la instrucción de la opinión pública, en los más apoteósicos brindis al sol que se recuerdan. El rodillo del pensamiento políticamente correcto del talante, ha destrozado cualquier brillo o simple destello en la opinión publicada en España. Los periodistas de este país han perdido cualquier atisbo de ecuanimidad e independencia, al igual que los intelectuales, que han caído en las redes del maniqueísmo más deplorable. Hoy es fácil escuchar ante cualquier opinión publicada, ¿en qué medio se ha dicho?, ¿quién lo ha dicho?, para decir a continuación: ese está más comprado que un mercenario en Somalia.

Nos hemos quedado sin intelectuales que expresen su pensamiento independiente ante las circunstancias que acontecen, esto recuerda a las etapas que nos describía Czeslaw Milosz en el adoctrinamiento a que eran sometidos los “pensadores más reflexivos” de la Polonia invadida por la Unión Soviética. En realidad, no creo que este país se haya vaciado de reflexiones, sino que más bien, el espacio público ha sido ocupado por las opiniones conniventes con la inercia del poder. El precio de decir hoy algo que contravenga la opinión mayoritaria de que los problemas que ha creado el PSOE los debe resolver el PP, en una situación que atenaza a los españoles, entre el miedo y la esperanza, es muy elevado.

No nos damos cuenta de lo que ocurre, y es que nunca hemos tenido tanta gente viviendo de la mentira en este país, algo que denunció en su día Jean François Revel en las democracias occidentales y ese es nuestro mayor problema. Si la gente se acostumbra a vivir bien de la mentira es difícil resolver el problema, porque harán todo lo posible porque la verdad no resplandezca, además sabiendo que no hay ninguna penalización a su conducta en caso de ser descubiertos, como ha ocurrido recientemente con el PSOE de Rodríguez Zapatero.

Además de la corrupción política y la manipulación medíatica, tenemos una tercera raíz de nuestros problemas: una justicia incompetente, politizada, dependiente del poder ejecutivo y que amenaza, en su estulticia, con acabar con cualquier posiblidad de que la democracia sea algo más que demagogia en este país.

Mientras en este país no se construya una opinión racional, reflexiva, constatable en los hechos e independiente del poder creo que vamos a tener muy difícil resolver nuestros problemas. Lanzo una pregunta a nuestros lectores, a ver si son capaces de responderla: ¿díganme un periodista objetivo de este país que pueda exponer su opinión libremente en un medio de comunicación objetivo?, a mí, personalmente, no se me ocurre ninguno.

Enrique Suárez

jueves, 22 de diciembre de 2011

Por un control de la manipulación de la información en la opinión pública


“Es posible que para manipular eficazmente a la gente sea necesario hacer creer a todos que nadie les manipula”. John Kennet Galbraith.

Definitivamente, en España hay dos realidades informativas, una la política, que es de la que se ocupan los medios de comunicación de masas y otra la ciudadana, que cada día se manifiesta más a través de las redes sociales e internet.

Desde la llegada masiva de las nuevas tecnologías de la comunicación e información se viene produciendo, de forma paulatina pero inexorable, una fractura entre la realidad informada por los medios de comunicación de masas y la realidad informada por los medios de intercomunicación y sus redes. Hoy la gente accede más a las noticias de los diarios españoles por internet que por medio del formato de papel, la información publicada, cada día se matiza más con opiniones múltiples e informaciones alternativas surgidas en la red.

Los profesionales del periodismo viven sus días más grises, siendo esta profesión una de las que más paro presenta. Al mismo tiempo los medios de comunicación cada día presentan mayo dependencia del poder, con fórmulas directas como subvenciones y contrataciones; o indirectas con publicidades institucionales e inyecciones económicas puntuales.

La opinión pública ya no se fía de la opinión publicada. Hay diarios nacionales que viven en el sectarismo más panfletario, hay periodistas y tertulianos que parecen estar a sueldo de determinados partidos políticos. En la maraña informativa que surge en España cada día es más difícil averiguar la verdad, porque todo es relativo a quien publica la información y resulta cada día más difícil descontar los sesgos manipulativos.

En este blog, hemos venido denunciando desde hace años esta perniciosa situación para nuestra democracia (“leyes contra la propaganda política”, “la propaganda nos hará esclavos”, “vuestras disputas no resuelven nuestros problemas”, “modos de intoxicación de la opinión pública”, “de las creencias políticas a la credibilidad por los hechos”, “la crisis del periodismo español”, …) porque en un sistema donde la libertad se conculca con intoxicaciones no puede producirse una elección libre y la democracia degenera. A pesar de que el artículo 20.1.d de la Constitución Española de 1978 habla expresamente del derecho “A comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión”, no hay ningún órgano institucional, en el que de forma abierta y transparente, se puedan denunciar las mentiras y falacias cotidianas a que nos someten los medios de comunicación, fundamentalmente los que viven del pesebre del poder.

Creo que va siendo hora que desde la red se establezca algún formato de control de veracidad de las noticias que nos presentan los medios de comunicación, un sistema de evaluación anónimo y autónomo, sobre la credibilidad de las noticias y los medios en las que se presentan, así como la de sus principales colaboradores. La sociedad civil debe responder a la intoxicación a que es sometida habitualmente por los medios de comunicación de masas.

En Ciudadanos en la Red, estamos dispuestos a incluir una plataforma o enlace de acceso a la misma, en la que se puedan evaluar a los medios de comunicación y también a convocar a otros blogs defensores de la libertad de expresión a crear una plataforma que permita a los ciudadanos acceder a una información veraz, regulada en su rango de credibilidad por ellos mismos. Al final, sin información auténtica sobre la realidad, estamos sometidos a todas las formas de manipulación y propaganda, a que quieran someternos aquellos que viven a costa de tomarnos el pelo y desinformarnos.

Resultado provisional Encuesta Parlamento Español 2.0

Enrique Suárez

miércoles, 21 de diciembre de 2011

¿Qué ha cambiado realmente en España tras el discurso de Mariano Rajoy?


"La democracia es el proceso que garantiza que no seamos gobernados mejor de lo que nos merecemos." George Bernard Shaw

Tras el discurso de investidura de Mariano Rajoy y la votación parlamentaria que le convertirá en el sexto presidente de gobierno de la España democrática, he reflexionado sobre lo que ha cambiado en nuestro país tras las elecciones generales del pasado 20 de noviembre, llegando a la conclusión de que lo único que ha cambiado es el discurso que se emite sobre la realidad española, ayer más ocultado y hoy menos.

En cuanto a lo demás, creo que seguimos igual, la política no obra milagros, aunque sí es seguro que provoca muchos descalabros a las empresas, los trabajadores y todos los ciudadanos. Si antes del 20-N teníamos cinco millones de parados, seguimos teniendo cinco millones de parados. Nuestro déficit es el mismo que ayer, y nuestra deuda no ha cambiado.

He tratado de encontrar en el discurso de Mariano Rajoy y de todos los que han intervenido en la tribuna de oradores del Congreso, alguna diferencia relevante con la situación que se vivía en Las Cortes antes de las últimas elecciones generales: lamentablemente, no la he encontrado.

Los políticos españoles se siguen repartiendo los privilegios mientras los ciudadanos nos repartiremos los perjuicios que nos han causado y nos causarán. Han cambiado las caras de nuestros representantes pero nada más y todavía no se han dado cuenta nuestros diputados y senadores de que su vocación taumatúrgica es rancia y está obsoleta.

Siguen equivocándose, cuando representan sus propios intereses y no realmente los de los ciudadanos. Ni un solo político se ha atrevido a pronunciar, abiertamente, el discurso que está en la calle y que según las encuestas del CIS, convierte la representación política en el tercer problema para los españoles, en rango creciente. Siguen confundiéndose al pensar que eso era un síntoma de la nefasta política de los anteriores representantes gubernamentales, porque la confianza que los españoles hemos perdido en la política no se volverá a recobrar, hasta que algún político haga en el Parlamento una reflexión crítica sobre su condición privilegiada. Verán ustedes, la cuestión no es que el PSOE o el PP tengan más razón en sus debates, sino que entre el debate establecido entre las necesidades de la ciudadanía y las representaciones teatrales de los políticos, el precio que pagamos los ciudadanos es demasiado elevado para tener políticos que solo crean perjuicios.

¿Cómo podemos aceptar que no haya habido ni una sola crítica a la gestión catastrófica de la realidad que han desarrollado los gobiernos del PSOE dirigidos por Rodríguez Zapatero?. Volvemos al Pacto del Pardo, como ha indicado acertadamente el diputado de Foro, en el que los que hacían oposición perdonaban los errores de los que gobernaban, porque sabían que los siguientes en gobernar serían ellos. Creo que esto es una tomadura de pelo monumental a los españoles, los políticos viven en plena inmunidad e impunidad ante las conductas temerarias que distorsionan nuestra existencia y son irresponsables de los daños que nos ocasionan. Y que nadie comprenda mal mis palabras, porque si Rodríguez Zapatero hizo una política deleznable y ominosa, fue precisamente porque Mariano Rajoy hizo una oposición deleznable y ominosa. El PP tapa los errores del PSOE y mañana los del PSOE taparán los errores del PP, y mientras tanto los españoles seguiremos mirando a la luna de Valencia, que es lo que nos corresponde por ser una nación de borregos, sin capacidad de imponer control y limitación al expolio, molicie y despojo a que nos someten nuestros ilustres representantes políticos.

Esto de la política se está convirtiendo en un juego peligroso, en el que siempre pierden y ganan los mismos, ellos juegan en el teatro de la representación política librándose de todos los males que sufrimos los ciudadanos. No creo que vivamos en una democracia, más bien estamos viviendo en una behetría, en una elección de amo entre la aristocracia política que dice representarnos.

Considero que los políticos nos han perdido el respeto por completo, mientras que los españoles seguimos siendo fieles creyentes en esa nueva mitología que se han inventado para vivir a nuestra costa, a la que denominan democracia, cuando en realidad es una nueva forma de tiranía, eso sí, enmascarada, para que no nos demos cuenta del engaño.

Enrique Suárez

jueves, 15 de diciembre de 2011

Curso Rápido de Estrategias Defensivas (CRED)... en manipulación mediática



“La propaganda es en una democracia lo mismo que la coerción en el totalitarismo” Noam Chomsky

Los tiempos aconsejan estar preparado para afrontar los problemas que nos acechan en la sociedad actual, quizás uno de los más perniciosos sea la manipulación mediática; basado en las enseñanzas de Noam Chomsky, comenzamos la sección de cursos CRED (Curso rápido en estrategias defensivas), en esta ocasión dedicado a la manipulación mediática. A continuación les ofrecemos un decálogo, las diez tácticas de persuasión más frecuentes, utilizadas con la finalidad de “lavarnos el cerebro” desde los medios de comunicación de masas.


Distracción

Una de las formas más frecuentes de manipulación de la opinión pública consiste en DISTRAER SU ATENCIÓN, por medio de diversas técnicas, entre las más habituales se encuentra EL DILUVIO, que consiste en la inundación con información intrascendente pero atractiva, que concita su atención. La atención no se puede fraccionar, si se atiende una cosa, no se puede atender otra. Por tanto si el tiempo de atención de la opinión pública se ocupa con “ruido” e inanidad, no se ocupa de los temas que realmente son importantes para sus vidas, sin materiales para la reflexión, sin tiempo para pensar, induciendo paulatinamente el adoctrinamiento en el adocenamiento, que es una forma artera de imbuir a los seres humanos en la desesperanza y la frustración, sin saber realmente lo que está ocurriendo en sus vidas, ni a su alrededor.

Crear problemas para después ofrecer soluciones

También denominado como proceso de “PROBLEMA-REACCIÓN-SOLUCIÓN”. Se crea un problema, una situación que previsiblemente cause una reacción en la opinión pública, a fin de que esta sea la demandante de las medidas que se desean que sean aceptadas: dejar que se incremente la violencia urbana, organizar atentados terroristas, con el fin de que la opinión pública demande medidas política y legislaciones en perjuicio de la libertad. También se puede forzar una crisis económica con el fin de que la opinión pública acepte y asuma el retroceso en los derechos y en su bienestar como un mal necesario e inevitable, en evitación de supuestos perjuicios mayores.

Gradualidad.

Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos. De esa forma se van implantado, por ejemplo, condiciones socioeconómicas inde-seadas: legislaciones regresivas, precariedad laboral, incremento en el desempleo, disminución de los salarios, subida de impuestos, tantos cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez.

El mal diferido

Una forma de imponer una decisión impopular es diferirla en el tiempo, evitando su vigencia inmediata (ejemplo: el retraso de la edad de jubilación). Es más fácil aceptar un sacrificio en el futuro que en el presente, porque “diferir el sacrificio” crea la vana esperanza de que llegado el momento de su implantación, resulte innecesario. Esto permite que la opinión pública se adapte gradualmente al cambio y lo acepte de forma mucho más resignada.

Mensajes infantiles

Una de las estrategias más utilizadas por los manipuladores de la comunicación es presentar sus mensajes en formatos adecuados para la comprensión de un niño de doce años, aquellos que un niño de doce años puedan comprender. Pero para ser realmente útiles debe parecer que contienen un mensaje relevante, que no está al alcance de todo el mundo. Por ejemplo: motivos para creer.

Emocionar

En los mensajes de propaganda se utiliza con más frecuencia el so-porte apoyado en las emociones que en las reflexiones. Considerar verdugos de las esperanzas de la mayoría a los rivales, siendo los propios los únicos que se ocupan de los auténticos problemas que se deben resolver. Estimular los bajos instintos siempre ha sido muy rentable para la propaganda, apelando a las emociones comunes y compartidas por la inmensa mayoría.

Cultivar la ignorancia y la mediocridad

Un buen ciudadano es aquel que se comporta como demandan los intereses de los que aspiran a representarle. Aquel que acude a las urnas y vota, para que el sistema se siga reproduciendo. El mal ciu-dadano es aquel que se abstiene en las elecciones, protesta o se rebela, aquel que denuncia la tomadura de pelo a que la opinión pública es sometida por los manipuladores de la comunicación. Lo que dice la prensa es sagrado, ¿cómo iban a mentir los medios de comunicación si representan la libertad de expresión?

Promover la estupidez

Los propagandistas crean la moda de que ser estúpido es algo normal, toda la gente es estúpida, incluso, ser estúpido y manifestarlo públicamente es un acto de liberación humana contra aquellos que tratan de imponer su tiranía de conocimiento. El mensaje es claro: sé libre, no tengas criterio propio, no lo necesitas. Lo vulgar es lo popular, la incultura es un derecho, la ignorancia una bandera de aquellos que se rebelan contra los “listos”.

Inducir la culpabilidad

Es necesario apelar a la conciencia de la gente, para colocar un buen mensaje manipulador. Hay que “criminalizar” a los ciudadanos de las cosas que ocurren, si las cosas van mal, es que algo habrán hecho, porque el poder, representado en el Estado y los políticos es infalible.
Si sube el paro es que la gente no quiere trabajar, si suben los impuestos es que la gente no sabe ahorrar, si suben los servicios es que la gente consume demasiado, si hay accidentes de tráfico es que la gente no conduce bien. Ejemplo: no podemos conducir por ti.

Mentir, que todo se olvida

Vivimos en una época cargada de información, algo que es aprove-chado por los manipuladores de la comunicación para urdir sus men-sajes con mentiras, que no puedan demostrarse hasta que haya pa-sado el tiempo, y cuando el tiempo ha pasado dejan de tener vigen-cia. Mentir reiteradamente puede construir una “verdad”, tanto si aparece la misma mentira en muchos medios o se repite a lo largo del tiempo. Ejemplo: no hay crisis, hasta que la hubo, pero eso sirvió para que un presidente español triunfara en unas elecciones, gobernara durante cuatro años, hundiera un país, y nadie, todavía, se haya atrevido a pedirle explicaciones. ¿Por qué?, pues sencillamente porque lo importante es que “la mentira” continúe, ¿cómo se va a denostar lo que da de comer a tanta gente de una forma tan sencilla, con enormes privilegios, mientras los demás cada día vamos teniendo más problemas para sobrevivir?

Enrique Suárez

martes, 13 de diciembre de 2011

La crisis del poder y el poder de la crisis



El poder siempre ha buscado y presentado enemigos externos para no verse obligado a realizar su propia autocrítica, porque todo poder debe preciarse de ser infalible, da igual que sea religioso, político, económico, mediático o social. Este problema ha acompañado a la humanidad a lo largo de la historia. Si realizamos un análisis del poder a través del tiempo, veremos que al final siempre se producen dos clases bien definidas entre los seres humanos: los que están condenados a obedecer (desposeidos) y los que están obligados a mandar (poseedores), o eso se creen.

La crisis económica que estamos atravesando, es una nueva máscara del poder, para ocultar su fracaso, posiblemente su impotencia y con seguridad su miedo a la pérdida de control sobre la sociedad, que es esa aglomeración amorfa de ciudadanos. Cuando los medios de comunicación nos hablan más de mercados o de Estados, que de parados, desahuciados, desposeídos y desamparados, que son sus víctimas, la opinión pública se está dirigiendo al lugar contrario de aquel en el que debería fijarse. Hablamos entonces de demonios, enemigos, imponderables y factores determinantes de nuestro destino. Todo ésto sólo sirve a un propósito: ocultar que el poder y sus representaciones NO PUEDEN resolver nuestros problemas, esa es la contradicción que trata de ocultarse, LA IMPOTENCIA DEL PODER, que realmente es inútil e innecesario, para resolver nuestros problemas.

Surgen entonces fantasmas nuevos, que hasta ayer mismo desconocíamos: primas de riesgo, estanflaciones, eurobonos, teoremas diversos, especulaciones de augures denominados “gurús”, una tormenta de información sobre la que la mayoría de la población desconoce su interpretación, reformas laborales, impuestos indeterminados, recortes sociales, anticipando un escenario de miserias insospechadas. Toda una proyección fantasmagórica hacia el exterior para ocultar los auténticos fantasmas que tenemos en el interior, que son incapaces de resolver nuestros problemas pero por ello no reciben sanción alguna y siguen cobrando todos los meses, como si hubieran resuelto las dificultades a las que nos enfrentamos de la forma más eficaz.

Foucault nos advirtió sobre el poder y sus engaños, verán ustedes, todo es mucho más sencillo, el poder, en todas sus representaciones, ejecutivas, legislativas y judiciales ha fracasado al intentar resolver las diversas crisis que padecemos, pero no solo eso, ¿hasta qué punto no ha acrecentado las crisis en las que nos encontramos? ¿No resulta sorprendente que un gobierno de izquierdas ayude al capital, sin hacer reformas sociales, para que ahora venga un gobierno de derechas y realice esas reformas sociales, tratando de salvarnos del capital? ¿Hasta qué punto el PSOE, con su parsimonia, no ha contribuido a obligar a que el PP realice drásticas reformas, gracias a su “ineptitud” bien administrada?

La gente en su inocencia piensa que el PSOE ha tratado de resolver las cosas, pero que su impotencia (no su falta de intención), fue la que le impidió hacerlo y la crisis internacional de los mercados contribuyó a su fracaso. Imagínense ustedes por un momento que el propósito del PSOE no fuera resolver la crisis, sino acrecentarla, para que el PP estuviera obligado a tomar las medidas insociales, que ellos no asumieron, para que tuviera muy difícil gobernar. Imagínense que el PP le dejó hacer durante los últimos ocho años, esperando heredar una situación tan penosa que le permitiría obtener una mayoría absoluta en las urnas, para luego hacer lo que el PSOE evitó asumir de forma irresponsable, no por no poder hacerlo, sino con la intención de crear una tierra quemada en la que prácticamente no hubiera solución posible. Las consecuencias ya las conocemos deuda, déficit y desempleo, y herencia del rival de una situación endemoniada, pero también una crisis que pagaremos los ciudadanos, mientras en el PSOE y el PP juegan al tenis con nuestro bienestar.

¿Realmente se piensan ustedes que hay solo torpeza en las acciones del ejecutivo, el silencio connivente del legislativo y la mirada para otro lado del judicial? No sean inocentes, el poder es uno, da igual que sea PSOE o PP, la cuestión es que cuanto peor vayan las cosas, más necesarios se hacen los políticos para resolverlas, o mejor dicho, para hacer que las resuelven.

No se crean nada, todo es puro teatro, representan una catarsis de tragedia, pero el PSOE y el PP siguen arriba, igual o mejor, y los demás seguimos abajo, igual o peor. No se equivoquen al identificar el poder de la crisis, porque su principal finalidad es la instrumentalización que de ella hace el poder para incrementar el dominio de los ciudadanos.

En una época de intensa comunicación entre los seres humanos, gracias a las herramientas de la red, cuando ya no es suficiente con unos medios de comunicación subvencionados para intoxicar a la opinión pública y censurar el conocimiento de la realidad, una crisis económica es una causa fantástica para recobrar el valor, la credibilidad y la confianza que los ciudadanos han perdido con los políticos y ahora vendrá la retahíla predecible: que nos van a bajar el nivel de vida, pero luego, gracias a una milagrosa intervención y la magnanimidad, inteligencia y buen hacer de los que detentan el poder nos salvarán en el último momento, nos harán creer que estamos al borde de la asfixia y en el último instante evitarán nuestro final, con lo que la gente aplaudirá, sonreirá y volverá a ser feliz, por haber perdido sólamente el 20 % de su bienestar cuando le habían anunciado que podría ser mas del 50 %, mientras que los políticos se afianzarán con sus privilegios en el poder y recobrarán todas “las virtudes” de las que parecían adolecer.

Así el poder de la crisis terminará ayudando a resolver la auténtica crisis que el poder está atravesando, nos quitarán libertad, derechos y recursos, pero al menos conservaremos la vida, y al final, gracias a los medios de comunicación y sus intoxicaciones, lograrán convencernos de que si no somos felices realmente somos unos ingratos desaprensivos.

En fin, queridos visitantes de este blog, entre los que espero que haya algún lector todavía, esta regresión cada día da más asco, pero la tenemos bien merecida por haber progresado con Zapatero en el poder y Rajoy en la oposición, lo que no nos merecíamos. Ahora, Rajoy concluirá la obra de Zapatero, y dentro de cuatro años ni nos acordaremos de todo lo que nos han usurpado.

Enrique Suárez

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Los seis demonios de la Economía española: DESEMPLEO, DEUDA, DÉFICIT, DESPILFARRO, DESVERGÜENZA Y DESCONOCIMIENTO

Terror en 6 D

Cuando a José Luis Rodríguez Zapatero le llamaron un día para decirle que España había entrado en una espiral catastrófica, una tarde del otoño de 2007, lo único que se le ocurrió es que España era el país de las maravillas que él tenía en su cabeza, tratando de engañar a todo el mundo con su exceso de confianza pueril, y esperando que la improvisación que le había servido para triunfar en la política, también le serviría para resolver la crisis económica; pocos meses antes había presumido ante sus socios europeos de que la economía española era la más sólida de Occidente, algo que no era cierto, pero además que empeoró con la llegada al poder de la banda de frikis e iluminados que conformaron sus gobiernos.

Las lecciones de “Economía en dos tardes” que Jordi Sevilla le había brindado al barón de Munchausen de la política española, parece que no fueron suficientes. José Luis se limitó a esperar sentado, que es lo que suelen hacer los autodidactas cuando la situación sobrepasa su entendimiento y sus posibilidades de reacción, esperando el milagro que resolviera los problemas de nuestro país o al menos que alejara el dedo acusador de la realidad de su nuca: una guerra, la invasión de los extraterrestres o de los musulmanes, cualquier catástrofe natural o artificial. En fin, el primer demonio que atenazó nuestro futuro fue el DESCONOCIMIENTO, de los que tenían que tomar las decisiones, que se unía al de los que tenían que matizarlas desde la oposición, y al del pueblo español, desconocedor de todo lo que tiene que ver con la política, la economíca, los medios y los fines, con tal de que no le afecte directamente.

Convergente con este propósito, a modo de máscara de la realidad, tenemos también el DESCONOCIMIENTO añadido de la opinión pública española sobra su realidad. Sobre determinados temas políticos o económicos, es más fácil estar informado por la prensa extranjera o por opciones aficionadas a través de la red, que por medio de los manipulados medios de comunicación españoles, en su inmensa mayoría dependientes de la política de subvenciones y propaganda del gobierno correspondiente, mucho más que de su audiencia real.

Y por supuesto, el DESCONOCIMIENTO de la justicia española, desde las más bajas hasta las más altas instancias de todo lo que ocurre, con una legión de fiscales, que a imitación del ministerio fiscal de su jefe, el Fiscal General Del Gobierno, junto con los miembros de los politizados CGPJ y Tribunal Constitucional, y cada vez más elevadas magistraturas, parecen los personajes de Ensayo sobre la Ceguera, de José Saramago, en todo lo concerniente a cuestiones políticas, porque miran a otro lado o mirando lo que miramos los demás, no ven nada. España debe hacer una gran reforma judicial y recobrar la independencia de la justicia de la política, si queremos avanzar por un camino de equidad.

Todavía hubo tiempo de rectificar los errores, si entre los que tomaban las decisiones hubiera alguien con criterio suficiente, que llegara a comprender la realidad, pero no lo había, y en la oposición tampoco. Lo que si había era mucha DESVERGÜENZA, para seguir huyendo hacia delante de forma irresponsable. La cuestión que preocupaba al PSOE y a Zapatero, era la de ganar las elecciones generales de 2008, y eso no admitía un reconocimiento de lo que acontecía, fue cuando el pirata Solbes le dijo en la televisión a Pizarro que se equivocaba, que España no tendría crisis. El PSOE ganó las elecciones mintiendo a los españoles, al mismo tiempo que entraba en la peor de las recesiones: una estanflación, que se anunció en este blog el 27 de mayo de 2008, para mostrar que realmente era posible saber lo que estaba ocurriendo, pero no interesaba hacerlo. En junio de 2008, nos enteramos de que Obama había llamado a Zapatero, para invitarlo de nuevo a rezar lo que supiera, pero en esta ocasión no en los desayunos de agradecimiento de la capital norteamericana por el porvenir del mundo, sino en Madrid, en el Palacio de la Moncloa, por el porvenir de España.

¿Y qué hizo el Gobierno de José Luis?, pues lo peor que se puede hacer en estos casos, en vez de iniciar medidas de austeridad, se dedicó a inyectar capital en los ayuntamientos, autonomías, entidades financieras, chiringuitos, asociaciones, y empresas públicas, en una auténtica oda al DESPILFARRO, acumulado a todos los anteriores. De las dos tardes en las que aprendió todo lo que sabrá en su vida de economía, había descubierto que Keynes había sugerido que para salir de las crisis económicas había que tirar de la demanda, pues el prestidigitador convirtió una demanda inexistente en nuestra economía que ya estaba acogotada en el mayor DESPILFARRO público realizado en España en las últimas décadas.

Deuda, Desempleo y Déficit, son CONSECUENCIAS, no causas

El resultado fue el esperado, la DEUDA se tragó, cual un dragón mitológico de la Edad Media, los tributos de los poderosos en un instante. El iluminado y su séquito nunca comprendieron que la DEUDA española, no era pública, sino privada en su inmensa mayoría. Desde este blog y otros muchos lugares también se dijo en numerosas ocasiones, pero nadie hizo caso a las advertencias de los “agoreros catastrofistas”, era el tiempo en que surgían proclamas de los mangantes que se habían forrado a costa del poder: esto-lo-arreglamos-entre-todos, la banda de la ceja, y similares. España se alejaba de la realidad, una vez más.

Una de las afortunadas ideas del iluminado fue la de ocultar la inflación, es decir la subida de los precios, de una forma muy sencilla, dejándolos más o menos igual, con fuertes intervenciones económicas, mientras se reducían los ingresos de los españoles, a los funcionarios se les bajó directamente el sueldo, a los pensionistas se les congelaron las pensiones, los parados perdieron sus ingresos, al final, el pueblo tenía menos dinero para comprar los productos que costaban más. Posiblemente la inflación REAL en España se haya incrementado en dos cifras, más del 10-12 %, a lo largo del último año.

Las consecuencias de la estanflación encubierta en la que vivimos desde 2008, fueron inmediatas gracias a la política socialdemócrata de convertir al Estado Providencia en dios: cierre de empresas, pérdida de empleo, inflación (que trató de camuflarse), más deuda, quiebras financieras, pérdida de crédito, aumento de la morosidad, la desconfianza y el malestar social, lo que se tradujo en un parche extremo, con recortes sociales, pérdida de derechos, de soberanía y una gran crisis social, al ver como los españoles perdían la calidad de vida que habían logrado en los últimos quince años de repente. La desconfianza en la solución de nuestros problemas que tienen nuestros acreedores es lo que hace subir nuestra deuda, que en 2007 hubiera sido fácil de resolver, sino hubiera sido porque en el Gobierno teníamos a unos ineptos y en la oposición a otros, que no fueron capaces de resolver desde su DESCONOCIMIENTO, DESVERGÜENZA IRRESPONSABLE, Y DESPILFARRO ESTÚPIDO, los problemas de la DEUDA y el DESEMPLEO, que funcionan en un crecimiento espiral y correlacionado.

La consecuencia última es el DÉFICIT PÚBLICO del Estado, y en general el DÉFICIT PRIVADO de toda la economía española, de la sociedad española. El Estado tiene menos ingresos y no puede mantener de ninguna forma la situación de bienestar que se ha mantenido hasta ahora, por lo que se avecinan dolorosos recortes sociales, en derechos, en soberanía y en libertad, porque la intervención encubierta en la que se encuentra España desde hace un año, ya no permite a un nuevo Gobierno, más que acatar las órdenes que le dicten desde Europa y el FMI.




Como ustedes podrán comprobar en el gráfico, el problema de la deuda española, no es la deuda del Estado, que se ha venido reduciendo desde el año 2000, sino la inmensa deuda privada en un país que tiene el 21 % de paro, una deuda de difícil cobro que hará quebrar las entidades financieras españolas que tengan su negocio en España, como ha ocurrido con las Cajas de Ahorros, que han absorbido ingentes cantidades de dinero público, después de haber sido mal gestionadas por políticos que no tenían otra finalidad que beneficiar a los empresarios amigos, como ha ocurrido en el caso de Castilla La Mancha.

Este es el cuento de los seis demonios que acabaron con el bienestar de los españoles, gracias a la nefasta actuación de unos políticos mendaces, que se aprovecharon y beneficiaron de su paso por el poder, y que ahora se marchan sin pedir disculpas siquiera de su tremenda ineptitud e irresponsabilidad. En este país siempre ocurre lo mismo, cuando se comete un crimen de Estado contra el pueblo, la culpa siempre la tiene Fuenteovejuna, que es la que se gasta el dinero público que no es de nadie.

Se va Zapatero y su PSOE, con la inmunidad que le concede haber perdido las elecciones "democráticas" y la impunidad de los códigos legales españoles hechos a la medida de irresponsables políticos y llega Rajoy con su PP, dispuesto a arreglarlo. ¿Pero cómo se va a arreglar un país en el que unos ineptos hacen las cosas mal, lo hunden, y no tienen ninguna responsabilidad ni por su ineptitud, ni por su soberbia, ni por su insidia?. ¿Pero qué ley de este país permite que los políticos sean inmunes cuando meten la pata y actúan con irresponsabilidad? Si un trabajador se equivoca en su empleo es sancionado, ¿qué sacrosanto derecho acoge a los políticos para ser inmunes ante sus equivocaciones y poder marcharse en plena impunidad, sencillamente por haber perdido las elecciones?. Esto no es democracia, esto es una demagogia de trileros y un pueblo engañado hasta el despropósito.

Tanta desmesura demanda un juicio público más allá de las elecciones, estos miserables (tanto los del PSOE que se van, como los del PP que llegan -sin haber hecho nada por evitar la catástrofe-) se merecen perder la libertad, igual que los españoles la hemos perdido gracias a ellos, convirtiéndonos en esclavos de los mercados, a nosotros, a nuestros hijos y a nuestros nietos. No se merecen la confianza del pueblo que gobiernan, va siendo hora de hablar de un GOBIERNO LIMITADO, como aquel propuesto por Benjamín Constant.


Enrique Suárez

martes, 6 de diciembre de 2011

Palabras desde Grecia


5-10-2011

El asturiano Pedro Olalla, posiblemente el español que más sepa en estos momentos sobre lo que está ocurriendo en Grecia, nos habla en los vídeos anteriores de la situación que atraviesa el país heleno en el escenario global de la deuda. Esencial para quien quiera conocer la realidad en la que estamos viviendo.

¡Enhorabuena Pedro y gracias!

lunes, 5 de diciembre de 2011

Una furtiva lágrima


La ministra italiana de trabajo, informa, entre furtivas lágrimas, sobre los recortes necesarios que ha decidido su Gobierno. Italia y Europa entera lloramos con ella. Es hora de rendir cuentas, quienes han cometido errores deben rendir cuentas ante la justicia, sino se creará un estado de inmunidad e impunidad que impedirá cualquiera avance en el futuro.

viernes, 2 de diciembre de 2011

¡Malditos Roedores!

La política no es la solución, sino el problema


Cuando en enero de 2010 escribí el artículo: la crisis económica será para siempre, pocos se atrevieron a pensar cuanto contenía de verdad. En realidad, el problema que tenemos en este país es que mientras el PSOE y el PP nos entretienen con sus guerras particulares, los ciudadanos vemos como cada día se incrementa el malestar en nuestras vidas. Debemos trabajar más para ganar bastante menos. Mientras no nos demos cuenta de que en este país hay una “nueva aristocracia” y un pueblo que se ha convertido al vasallaje gracias al desprecio por sí mismo que le caracteriza, no tendrán remedio nuestros problemas.

La dialéctica maniquea entre el PP y el PSOE nos ha obnubilado por completo, hasta que hemos dejado de comprender que los agentes opuestos, no son los políticos conservadores y socialistas, ni incluso con los nacionalistas, sino los ciudadanos y los políticos.

La irresponsabilidad de los representantes políticos es fascinante, ahí tenemos a un PSOE que abandona el poder tras organizar el mayor descalabro político, económico e institucional de la historia reciente de España, y se va tranquilamente del poder, sin que nadie le pida cuentas de su gestión, redimiéndose con la pérdida de 50 escaños, y el poder en la inmensa mayoría de lugares en los que gobernaba. Y cuando el PP entre en el gobierno no le reclamará nada, porque el Pacto del Pardo se ha renovado en España. Ahora trincas tú, ahora trinco yo, los españoles pagan siempre nuestros errores.

Recientemente ha habido unas Elecciones Generales en las que el PP ha obtenido una victoria hegemónica, una mayoría absoluta, que tras las autonómicas y municipales le ha concedido más poder que jamás partido alguno ha tenido en España. ¿Qué hará el PP con todo ese poder?, pues nada, porque nuestro país está intervenido y dentro de poco van a recortarnos tantos derechos que va a ser más fácil saber los que nos quedan, que los que nos han quitado.

Volverá a subir el IVA y todos los impuestos, y la consecuencia es que la economía española acabará de paralizarse, alcanzaremos a finales de 2012 los cinco millones y medio de parados, sino llegamos a los seis millones.

¿Y qué hará el PSOE?, pues verán ustedes es absolutamente previsible, más de 100.000 socialistas con carnet han sido apartados del pesebre del Estado, y no se van a quedar quietos, tras el Congreso que celebrarán, en el que tampoco resolverán nada, comenzarán los conflictos sociales en la calle, hasta que la situación cada vez se vaya haciendo más tensa. Reunirán a todos los jóvenes desposeídos, a los pensionistas esquilmados, a los cinco millones de parados que han creado, a los trabajadores expoliados y presentarán una batalla permanente denunciando la incompetencia del PP para resolver los problemas de los españoles, y para marzo ya se nos habrá olvidado que ha sido el PSOE el que ha organizado el desastre.

Hasta el año 2016, es decir, durante esta legislatura entera no está previsto que se cree trabajo de forma estable y la crisis económica no va a cesar al ritmo que se desea, sino muy lentamente, mientras el resto de países europeos incrementan sus ventajas competitivas, lo que hará que cada día perdamos más bienestar comparativamente.

La única solución pasa por la unión de los ciudadanos, algo absolutamente inverosímil en estos momentos, pero que cada mes será más factible, a medida que la crisis vaya incrementando su presión sobre los españoles. A la política, a los partidos políticos, apenas les queda margen para resolver nuestros problemas, pero menos los suyos: la terrible crisis de identidad y representatividad que atraviesan. El modelo de representación política en España está agotado, no se puede soportar una clase que sólo disfruta privilegios, dominante y autoritaria, que gobierna un pueblo en el que los perjuicios se incrementan cada día.

Estamos en el escenario óptimo para que una revolución discreta se ponga en marcha, las soluciones a nuestros problemas no pueden provenir en ningún caso de la política, por muchas razones, pero fundamentalmente por una: cualquier solución que proponga el PP será boicoteada por el PSOE, que se ha quedado sin poder, y tiene que comenzar su campaña para recobrarlo como sea. Así que disfruten ustedes de estas navidades, porque el próximo año va a ser el más complicado de la historia reciente de la democracia española.

Enrique Suárez

jueves, 1 de diciembre de 2011

Economía y Política deben mantener su cohesión independiente para salir de la crisis


La causa de la crisis económica española, es mucho más política que, realmente económica. Las estructuras políticas españolas, siempre obsesionadas con su pérdida de poder, con su concentración de autoridad en los partidos políticos, con su imposición de controles y trabas a la democracia, con elementos encubiertos para limitación de acceso al poder, con su legislación obsoleta, y con las decisiones irracionales de sus mandatarios, en realidad se pueden asimilar a una vieja estructura de poder que se asemeja, considerablemente, a las del Antiguo Régimen.

Siguiendo las enseñanzas de Benjamin Constant, cuando las estructuras políticas forman parte del pasado y las estructuras económicas son abiertas y modernas, orientadas al futuro, como ocurre en la globalización, se produce una ineficiencia que concluye en retrasos y descalabros.

Las recomendaciones del político liberal en su fórmula de Gobierno Limitado deberían ser acogidas con entusiasmo por los políticos españoles, tanto los que se encuentran en tareas de gobierno como aquellos que están en la oposición, pero no lo harán, porque no soportarían la pérdida de poder que eso les supondría: ‎"los medios para obtener un gobierno limitado son los equilibrios, balances y mutua moderación que genera el reparto de soberanía en funciones distintas; la responsabilidad de los gobernantes ante la sociedad civil, la transparencia de los procedimientos en la toma de decisiones, la descentralización administrativa, y el ejercicio de la libertad de opinión"

No se puede avanzar en lo social si lo económico no avanza, este ha sido la equivocación del socialismo, porque los avances sociales siempre son consecuencia de los avances económicos. Ninguna nación que se empobrece crece en su bienestar, pero sin embargo, todas las que se enriquecen incrementan su bienestar.

España es, posiblemente, uno de los países más retrasados de Europa en su estructura política y en el desarrollo de su sociedad civil, con unos medios de comunicación uncidos al poder y una justicia dependiente de la política, no se puede avanzar de ninguna forma, sólo se puede retroceder.

Hay demasiados reaccionarios en España, que ante todo defienden su poltrona e intereses, hay demasiados políticos ineptos en este país, hay demasiada demagogia en la política, y una escasa credibilidad por parte de la ciudadanía en las posibilidades de que los políticos españoles antepongan los intereses generales a los suyos personales. Esa desconfianza repercute como un arancel en los resultados económicos de nuestro país y en los negocios que en él se realizan.

El proteccionismo sectario que la política española establece sobre aquellos a que los detentadores de poder les deben favores, nos aparta cada día más de la normalidad.

Para que la economía avance es necesaria más libertad, más democracia en la política, más recompensas de lo valioso y desprecio de lo inútil, que hay mucho; unos medios de comunicación independientes del poder y una justicia ecuánime y no servil con los poderosos y hostil al futuro, y por supuesto una sociedad civil formada, culta políticamente, dispuesta a exigir sus derechos y respeto por sus libertades civiles. La política, no puede convertirse en España en un lastre, sino que debe transformarse en un acicate para estimular el desarrollo económico, político, social y cultural de nuestro país. El mundo del caciquismo político está condenado a la desaparición. Al igual que los negocios que se hacen al albur de la política.

Equivocarse en las decisiones que deben tomarse, para evitar conflictos sociales organizados por aquellos que están condenados a perder poder y privilegios, sobretodo bajo la bandera de lo social, manteniendo una justicia dependiente del poder político, y unos medios de comunicación que viven más de la propaganda institucional que de sus lectores, nos puede condenar al atraso secular y al hundimiento definitivo.

Por eso es preciso que quienes deban tomar las decisiones sobre nuestro futuro no se examinen más que ante la realidad y no ante aquel que vaya a designarlos con su cetro. No se trata de que Mariano Rajoy acierte en los nombramientos, sino de que los nombrados acierten en enfrentarse con la realidad, al precio que sea necesario. La política debe dejar de ser un instrumento para hacer negocios, y los negocios "de pesebre" deben alejarse de la política, mientras exista esa connivencia de intereses y acotamiento del mercado a intereses sectarios o partidarios, España no saldrá de la crisis económica y mucho menos de la política, porque precisamente la mayoría de los políticos españoles viven de su existencia, y esos, deben ser erradicados con prontitud, porque son el mayor peligro para la recuperación económica de nuestro país.

España, en estos momentos, depende más que nunca de sí misma para salir de la crisis económica y política en la que transcurren sus días, no saber tomar decisiones necesarias, o actuar con temor a las consecuencias inevitables, puede ser letal para nuestro futuro. Hace falta más que democracia para salir de esta crisis, se necesita inteligencia, pero en la política española tal condición es tan escasa como el agua en el desierto.

Enrique Suárez

La Rebelión de las Musas



Quizás vaya siendo hora de liberar a las musas, de acabar con su secuestro en el armario del olvido al que fueron condenadas por el inolvidable psicopompo al que se le ha acabado el contrato en La Moncloa. Ahora que Rubalcaba recuerda cada día más a Boabdil y el PSOE al esperpento, es momento para hacer reflexión sobre lo acontecido durante los últimos siete años.

Muchos son los que piensan que lo ocurrido en España durante los últimos años fue resultado de la mala suerte, pobres infelices aquellos que no comprenden que cuando se detenta todo el poder, los errores son consecuencia de decisiones equivocadas, porque no se atreven ni a pensar que todo lo ocurrido en España ha sido producto de la insidia, de la vesania de los miembros de un partido que prefirieron salvar su poltrona, aunque el país que gobernaban se hundiera. Prodigio de ingenuidades es el pueblo español, al pensar que las cosas dependen de los mercados internacionales antes que de los errores propios y los aciertos ajenos.

Cuando se analizan los sucesos acontecidos desde el 13 de marzo de 2004 hasta ahora, se pueden contemplar las decisiones encadenadas que nos han traído hasta la catastrófica situación en la que nos encontramos, una tras otra, partiendo de un superávit del Estado del 0,34 % hemos alcanzado el 10 % de déficit, con la alegría de los irresponsables que decían que el dinero público no era de nadie, hasta que descubrieron que si los gastos eran mayores que los ingresos se producía una cosa llamada deuda, que es la que define la realidad de nuestro país y la de sus 46 millones de habitantes en estos momentos. Dos tardes para entender la economía le llevó a Zapatero aprender todo lo que ha llegado a saber de ofertas y demandas, producciones y consumos, ingresos y gastos.

Aquellos que negaban la existencia de la crisis y presumían que el sistema financiero español era el más sólido de Occidente, se van hoy dejando la prima de riesgo por encima de los 450 puntos, un déficit público del 9 %, una deuda total de más de 800.000 millones de euros y un porvenir más negro que el de un moribundo en el desierto. Pero lo más fascinante es que se van sin pedir disculpas a los españoles por el destrozo, el expolio y la estafa pública de los que prometieron pleno empleo –algo que es imposible – y lograron la increíble cifra de más de cinco millones de parados. Con haber perdido las elecciones se marchan tan frescos, consideran que ya no le deben nada a España y a los españoles, porque las urnas, con su derrota, les han redimido de sus enormes irresponsabilidades.

Los españoles desconocen el dinero que han manejado los criminales y delincuentes económicos del PSOE durante estos años, para sus veleidades, aproximadamente una cantidad de 200.000 euros por cada uno de los once millones de votantes socialistas en 2008, más de dos billones de euros, que se han dilapidado en Alianzas de Civilizaciones, lavados de cerebro, patrocinio de las causas afines y otras mandangas, al antojo del tirano.

El origen de la crisis económica en España no es otro que la dilapidación de recursos para crear una estructura socialista sectaria en este país, para comprar votos por prestaciones a la carta, para crear bolsas de riqueza entre los amigos, y para transformar a la sociedad española al catecismo socialista de la iglesia de los últimos días en Europa.

No, no han sido casualidad, sino causalidad esas decisiones, ni les ha importado que los jóvenes se estrellaran contra el futuro, ni que los viejos mermaran sus pensiones, ni los trabajadores sus derechos, ni el resto de los españoles su bienestar. Durante los últimos siete años se ha incrementado la pobreza en España, nunca ha habido más gente en toda la democracia buscando entre las basuras para no pasar hambre, gracias a los adalides de la igualdad social.

Pero el problema es que los medios de comunicación, tras haber cobrado enormes favores y obtenido grandes beneficios gracias al PSOE, ahora callan y no transmiten la realidad auténtica a los españoles. La mayoría de los diarios españoles no podrían sobrevivir exclusivamente con sus lectores, las nuevas cadenas de televisión y muchas emisoras de radio, a duras penas, si no les hubiera salido gratis su ocupación de las ondas –favores que agradecerán eternamente-. Así que tenemos unos medios de comunicación dispuestos a venderse al mejor postor, con tal de permanecer en la supervivencia. Este es el funesto panorama de las comunicaciones públicas en España, posiblemente las más tóxicas de todo Occidente.

España se ha convertido en un gran solar, en el que será necesario reconstruir todo lo que han derribado y derribar buena parte de lo que han construido los socialistas para perpetuarse en el poder, imponiendo de forma sectaria una cultura de la dependencia y la subvención en los españoles y no de la responsabilidad y el esfuerzo. Los socialistas no solo han convertido España en un país de vagos, estratégicamente, sino que además han apartado a los mejores y más formados del trabajo, para colocar a los suyos.

Creo que los populares de Mariano Rajoy no se han dado cuenta de la trampa en la que se han metido, tras la política de tierra quemada que han ejercido los socialistas de forma voluntaria e intencionada, y la campaña para perder las elecciones que han realizado. El problema de este país, que está prácticamente parado, no es solo ponerlo de nuevo en marcha, sino romper con la inercia decadente que han instalado en su estructura para boicotear su futuro, sabiendo que de esa forma en las próximas elecciones habrá tanta desesperación en este país que volverán a triunfar en las elecciones.

Por eso sólo podemos apelar a la rebelión de las musas, para que inspiren la inteligencia de los que tengan que tomar decisiones, porque sin librar de parásitos incrustados en las instituciones, de sindicalistas e indignados las calles, y de empresarios cochambrosos que esperan como buitres el cambio de ciclo, España no tiene nada que hacer, más que ir agonizando lentamente, mientras los españoles vamos perdiendo soberanía, libertad, bienestar, democracia y derechos.

No piensen que podremos juzgar a los autores del desastre, porque ya se han precavido de tal cuestión dejando en los principales órganos de la justicia a los suyos, para que protejan sus prebendas, beneficios y privilegios del pasado, y aseguren su transición hacia el futuro.

Y todavía algún ingenuo español se pensará que todo ha sido mala suerte, la de los españoles por supuesto; la de los que han formado los gobiernos socialistas ha sido vivir en la España que han creado a su medida, a base de no dejar desatado ningún nudo importante para su supervivencia, para que nadie les pase facturas, ni les exija cuentas sobre el desastre. La corrupción y la extorsión del pueblo, para quien la trabaja.

Como no regresen las musas pronto y asesoren a los que deben tomar decisiones, las masas vamos a vivir una época inolvidable.

Enrique Suárez

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