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miércoles, 25 de julio de 2012

¡Váyase Señor Rajoy!


Dentro de poco será el lema más repetido entre los españoles, porque un país no puede depender de las incongruencias e incoherencias de un Presidente de Gobierno, ni siquiera la España que fue gobernada por José Luis Rodríguez Zapatero, que pronto será propuesta para para encabezar la lista de pueblos más sufridos del planeta, en la que nadie puede aventajarnos.

El problema de Mariano Rajoy es el “piñón fijo” de aquel que no sabe tomar decisiones sin consultar hasta con Rita la Cantaora y cien comisiones , la ausencia de autoridad que raya en la castración decisoria y el tancredismo que caracteriza su biografía. Un personaje que fue capaz de esperar ocho años a que Zapatero hundiera España sin decir ni esta boca es mía, para que no le llamaran facha, no puede reunir las condiciones para sacar a esta nación de la crisis económica más grave de su historia, que puede hacer zozobrar incluso la fortaleza de la economía alemana que sostiene hoy el euro.

Como dice el profesor Centeno, España ya no puede financiarse por sí misma a los tipos de interés que nos imponen los mercados. La hecatombe ocurrirá en octubre cuando haya que buscar 60.000 millones de euros para sufragar los intereses de la deuda pública que nos han adquirido los políticos de la casta que decían representarnos.

Nuestro mayor problema no es la prima de riesgo, sino el riesgo de seguir haciendo el primo como nos ocurrió con Zapatero, porque no resolver los problemas que tenemos significa agravarlos. Cada día que no se arreglan los problemas van subiendo más los intereses que tenemos que pagar por la deuda y el volumen total de deuda que tenemos que devolver, además, el ultimatum de la realidad nos indica que no podremos financiarnos a niveles insostenibles más allá de un par de semanas.

¿Qué ocurrirá después?, pues posiblemente que la Unión Europea nos ofrezca un par de alternativas, seguir en el euro en condiciones similares a las aplicadas a los griegos o que nos salgamos de la moneda común paulatinamente para no distorsionar el futuro de la unión económica europea. La cuestión está clara, Rajoy no se ha enterado que tenía los pasados siete meses de prórroga para resolver los problemas que acucian a los españoles, al menos encontrar el surco de la razón que nos permitiera salir del hoyo, pero lo único que se le ha ocurrido es esperar a que Europa tomara decisiones y viniera en nuestra ayuda mientras maquillaba de catástrofe los recortes y las mermas en nuestro bienestar. Con esa inteligencia que le caracteriza, para generar la riqueza que necesitamos que permita resolver los problemas que tenemos, lo único que se le ha ocurrido es empobrecernos aún más, hasta esquilmarnos, pero sin reducir el Estado caótico que nos legó su predecesor.

Que los españoles paguen los errores de los políticos que nos tienen secuestrados, es el rescate que nos imponen los que han vivido bien a nuestra costa durante los últimos ocho años del duerno público, donde comen todos los cerdos que nos han hundido.

Señor Rajoy, por favor, váyase, hágalo con diginidad, aún está a tiempo; si no va a hacer nada más que asfixiar a los españoles para salvar a la casta política que le ha elegido como verdugo, y conservar a los 600.000 colocados, parásitos en las administraciones públicas, que le dejó Zapatero, sin realizar ninguna reforma solvente y resolutiva que reduzca el nivel del gasto del Estado, autonomías, ayuntamientos y empresas públicas, mejor se va, antes de que sea usted declarado persona non grata por el pueblo español. Una retirada a tiempo es una futura victoria. Su proyecto, el que fuera, ha caducado sin haberse iniciado, ya ha agotado usted toda la credibilidad y nunca tuvo mucha. Así que haga un favor a este país y a usted mismo: ¡váyase!

Enrique Suárez

miércoles, 18 de julio de 2012

Proponen a Zapatero para el próximo Premio Nobel de Economía


Los españoles sabíamos que estábamos mal, ni la Alianza de Civilizaciones podía salvarnos de estrellarnos contra la realidad. Ahora me viene a la memoria la de gilipolleces que tuvimos que soportarle al idiota del contador de nubes y su corte de los milagros, aquellos que cultivaban brotes verdes para fumárselos y estaban dispuestos a llevarnos por el camino del progreso, defendiendo la alegría.

Pero lo que todavía me sigue sorprendiendo es la inmensa paciencia de los españoles con la cruzada por la farsa que unos trileros se han vivido a nuestra costa y todavía siguen por la calle de procesiones, acusando a Rajoy de querer pagar la deuda que ellos nos dejaron por convertir auténticas acémilas en pura sangres con el dinero público que no es de nadie. Que inmensa deslealtad con su electorado, prometer pleno empleo, negar la crisis, ofrecer motivos para creer mientras organizaban un desfalco permanente del Estado, cargándose para siempre nuestro bienestar, con el único motivo de incrementar sus inmerecidos privilegios personales y de secta.

Hubo un tiempo, no lejano, que en este país ser idiota y ejercer como tal era lo más de lo más, se fomentaba la estupidez, la degradación del sentido común, las más augustas gilipolleces. Cuando un prócer del Gobierno de Zapatero o Zapatero mismo, invertía unos cuantos millones de euros en crear un Estado de diseño superguay que molaba cantidad y el plus pal salón, en El País se derretían, en Público llegaban al orgasmo, las televisiones públicas no cabían en sí de alborozo y en la Ser tocaban el cielo. ¿Y ahora qué?

Pues ahora nada, 500 millones de intereses diarios de la deuda pública, y un 30 % del PIB (que Leire quiso convertir en piba, porque andaba albi-celeste), pero a todos ellos que les registren, porque todavía se sienten molestos de que los españoles no les hagamos la ola como a la selección española de fútbol agradeciendo el progreso que han traído a esta tierra del viento y sus gentes. Es que todavía se enfadan, porque la culpa es de la derecha, otra vez. Si no fuera por Rajoy, ahora viviríamos en el mejor mundo de los posibles, con cientos de miles de liberados sindicales, y los del carnet colocados entre los 600.000 empleos públicos que creó el de las cejas, mientras enviaba 3,5 millones de españoles al paro. Que mayor felicidad puede brindar a sus adeptos una organización sectaria como el PSOE que la de esquilmar a los españoles para colocar a los suyos en los cargos más rimbombantes de la sociedad. No me extraña que con tantos miserables dando órdenes no tengamos a España en el quinto lugar del mundo del índice de miseria, que no es tontería.

Ahora salen a la calle, el PSOE dispuesto a ponerse a la cabeza de la manifestación cuando tendrían que ser perseguidos por cualquier manifestación, pero como las organizan ellos, al alimón con los sindicatos, todavía les permiten portar las pancartas y las banderitas. Yo creo que están jugando al despiste, porque la mejor forma de eludir sus flagrantes responsabilidades en el estropicio que han organizado es poner el miura de las masas mirando a La Moncloa, mientras Rajoy nos hace un corte de pelo al cero con las tijeras de la realidad, para que no puedan volver a tomárnoslo, lo que, a pesar de todo, es de agradecer.

No soporto a la izquierda babosa que tenemos en España, que buscan culpables para hacerse las víctimas y rentabilizar su incapacidad a cotas de descubridores del átomo. Me parece que los españoles no vamos a salir nunca de la crisis, sino somos capaces de llevar a unos cuantos ministros de Zapatero en procesión a la cárcel, con el mahdi circunflejo a la cabeza. Pero mientras los medios de comunicación que han vivido a su sombra les sigan dando parabienes y entonando diatribas contra los demonios de la derecha, en este país todavía hay tarugos suficientes para que vuelvan a ganar las elecciones y lleven el paro hasta los diez millones.

¿Pero no hay nadie en la izquierda de este país que no esté grillado y que reconozca que todo lo que se hizo con el régimen sectario de Zapatero fue retroceder veinte años en libertades, derechos y bienestar? ¿No hay nadie que desde la izquierda se atreva a enfrentarse a estos fantoches que se han aprovechado de la gente para vivir como dioses mientras a los demás nos convertían en feligreses que pagaran sus locuras?

¿No hay nadie qué tenga lo que hay que tener para llamar imbéciles a estos miserables a la cara cada vez que haya oportunidad, viendo como tienen el cuajo de habernos arruinado, sin haber pedido siquiera disculpas eternas? Verán ustedes, no se engañen, la crisis en España se resolverá cuando se disuelvan el PSOE, los sindicatos, también el PP y el resto de los partidos políticos, que tienen que establecer un blindaje del Parlamento para seguir protegiendo los intereses de sus partidos con los votos que los españoles les concedieron, tras engañarlos.

Para colmo de los colmos, nombran a un sectario del PSOE Presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, no vaya a ser que a alguien se le ocurra la locura de llevarlos a los tribunales por todo lo que han deshecho impunemente y haya que buscar alguna fórmula para evitar que visiten la cárcel, que es su destino obligatorio en justicia.

Lo único que nos faltaba es que la asociación de progresistas de Kazajstan, la coordinadora transexual de las islas Célebes, y el coro feminista de Arkansas, propusieran a José Luis Rodríguez Zapatero para el próximo Premio Nobel de Economía.... y que los suecos se lo concedieran, por aquello del talante.

Enrique Suárez

domingo, 15 de julio de 2012

Es más difícil construir una catedral que destruirla


No es lo mismo hacer que deshacer. Ni hacer bien, que hacer mal. Hacer algo bien requiere conocimiento, destreza, experiencia, adaptación, esfuerzo y tiempo; deshacer, es mucho más sencillo, basta con una infamia urdida, una mentira repetida, una promesa falsa, una creencia errónea, una fantasía ilusoria o un delirio incoercible, casi cualquier malevolencia sirve para deshacer, y para hacer algo perjudicial.

Por mucho que se empeñen los relativistas del postmodernismo, siempre será más difícil construir una catedral que destruirla, pintar un cuadro que quemarlo, hacer un poema que hacerlo desaparecer; tener una idea genial que no tener ninguna. En la historia de este mundo hay muchas obras que no conocieron la luz, porque alguien decidió apagarla, hubo muchas voces que no fueron escuchadas porque alguien decidió silenciarlas. Voltaire, Jean François Revel, Noam Chomsky, Karl Popper o Czeslaw Milosz, entre otros pensadores, nos hablan de las argucias de los poderosos y afines, o aquellos que aspiran a sucederles, para evitar que las cosas cambien, o para que cambien por extrañas circunstancias que suelen alejarse de la razón, la libertad o la democracia. La lucha por los privilegios que confiere el poder es posiblemente un arcano de la especie humana.

La dialéctica y la retórica

Si tuviera que elegir una fecha y situación para descubrir el origen de las falacias de este mundo, sin duda sería el jueves 18 de octubre de 1827; el lugar, la casa que Goethe poseía en Weimar; la escena, una apacible conversación entre el autor de Fausto y el padre de la dialéctica, cuando este decidió hacer una visita a Goethe de regreso a Berlín, tras una estancia en París. En aquella ocasión, Hegel le reveló a Goethe –según nos relata Eckermann- sus reflexiones sobre la esencia de la dialéctica:
-En el fondo, no es más que el espíritu de contradicción, regulado y metódicamente articulado, que reside en todo ser humano -aclaró Hegel- y que demuestra ser un valioso don para distinguir lo verdadero de lo falso

-¡Si no fuera porque muchas veces se abusa de tales artes y habilidades intelectuales empleándolas para hacer verdadero lo falso y falso lo verdadero! -replicó Goethe.

-Efectivamente, este tipo de cosas pasan -admitió Hegel-, pero sólo recurren a ellas los enfermos de espíritu.

-En este caso, rompo una lanza a favor del estudio de la naturaleza, que no permite contraer semejante enfermedad -repuso Goethe-. Pues en la naturaleza nos enfrentamos con la verdad infinita y eterna, que rechazará enseguida a todo aquel que no obre de forma absolutamente pura y honesta en la observación y en el tratamiento de su objeto de estudio. Es más, estoy convencido de que más de un enfermo dialéctico podría encontrar una benefactora curación en el estudio de la naturaleza.
Posiblemente, Goethe se daría cuenta de los peligros que supondría para el pensamiento racional el instrumento dialéctico propuesto por Hegel, pues si bien desde una posición honesta siempre se terminaría estableciendo una síntesis, entre tesis y antítesis, en una postura más insidiosa e irresponsable se podría mantener un conflicto eterno entre posiciones confrontadas. Posiblemente Hegel, no tuvo siquiera conciencia de la poderosa arma que dejaba al servicio de los desaprensivos, a partir de entonces surgieron los totalitarismos, las doctrinas filosóficas que derivaban de prejuicios morales como el marxismo o el existencialismo

El concepto de superioridad moral de la sociedad y el Estado prevalecieron sobre el ser humano individual; se abrieron las puertas al relativismo y la postmodernidad, la retórica y la falacia, la miseria del historicismo re-interpretador. Se puede decir que si Nietzsche terminó a martillazos con la idea de Dios, Hegel lo hizo de forma similar con la libertad del ser humano individual. Seguramente su intención no fue esa, pero la de sus seguidores, algunos de ellos fanáticos totalitarios, terminó configurando un escenario hostil al razonamiento honesto y la reflexión sincera.

Creer o crear

Cuando hoy contemplamos a un inepto destruir con retórica y malas artes alguna idea sustancial, alguna propuesta esencial, por el simple placer de evitar su triunfo por motivos de fe o creencia, comprendemos el gran perjuicio que Hegel ocasionó a la filosofía, abriendo las puertas de nuevo a las verdades reveladas como esencia de la filosofía que había propuesto Agustín de Hipona desde el cristianismo. A partir de entonces cualquier doctrina con suficientes adeptos podría imponer su nueva religión como ocurrió con el nazismo o el marxismo, con el socialismo o el fascismo, o como ocurre actualmente con los distintos brotes del existencialismo devastador que subyuga al ser humano a la inexistencia –la nada- o la insignificancia –en términos de Castoriadis-; sin duda, desde aquella fecha pocas catedrales del pensamiento humano se han construido, sin embargo se han destruido muchas con la intención de imponer nuevos motivos para creer, que no para crecer.

La humanidad atraviesa en los comienzos del siglo XXI una etapa bonsái del pensamiento, sometido a fuerzas destructoras más poderosas que las constructoras. A su sombra han brotado miles de insustanciales propuestas que nos conducen a la negación de cualquier fuerza creadora o creativa, porque en el pensamiento debe prevalecer la fe, y la creencia en que la cota más elevada del desarrollo humano es la congregación, por encima de la libertad. De ahí hasta convertir la democracia en un instrumento para ejercer cualquier forma de tiranía hay un paso.

Vivimos en el error de que existe una verdad democrática, cuando tal cosa nunca ha existido, ni existirá. La democracia es, en último extremo, una forma más de coerción sobre los seres humanos porque subsume las voluntades individuales en un proceso de agregación que detrae su esencia original. Pondré un ejemplo para que se entienda mejor, si tres ciudadanos se reúnen para establecer una conclusión compartida sobre alguna cuestión, se podría llegar a mentiras democráticas con gran facilidad; supongamos que dos ladrones y un policía votaran sobre las leyes para detener a los ladrones que debería seguir la policía. Sin duda no serían eficaces para detener el crimen, pero serían extraordinariamente democráticas.

Para que la democracia resulte eficaz en el proceso de extracción de las mejores opciones compartidas se requiere que los participantes cumplan con los preceptos de honestidad de Pericles que tan bien describió Tucídides, en otro caso lo que ocurrirá es que se creará un sistema demagógico que conculcará la justicia, la libertad y la igualdad entre los seres humanos, segregando entre opresores y oprimidos, entre los que tienen todos los privilegios y los que están sometidos a todos los perjuicios, entre los que mandan y los que están obligados a obedecer. En ese momento habremos alcanzado la tiranía, por la vía de la democracia como ocurrió en el nazismo o el comunismo.

Para que la democracia impida la creación de tiranías son necesarios tres elementos imprescindibles: la isonomia, igualdad de leyes para todos, también en su aplicación; la isegoría, igualdad de libertad de expresión y de divulgación de lo expresado, y por último, una justicia independiente del poder político que impida que los poderosos tengan distintas potestades y atribuciones que los desposeídos. Sin estos elementos no existe nada parecido a la democracia y se produce la asfixia de la libertad por los enemigos de la justicia.

Es más fácil vivir del deshacer que del hacer, vivir de hacer mal que vivir de hacer bien las cosas, para deshacer y hacer mal solo es necesario el poder, para hacer bien, además del poder, es necesaria la inteligencia, la honestidad, un respeto por los demás como por uno mismo, y que ninguno de los que deshacen y hacen mal, pueda interrumpir el proceso de lograr avanzar hacia el futuro de la mejor forma posible, dentro de las posibildades reales.

Es necesario que a comienzos del siglo XXI, seamos capaces de superar las "verdades reveladas" que nos ofrecen los que detentan el poder, sino queremos terminar siendo sus esclavos. Es hora de crear el puente que nos conduza al futuro y abandonar para siempre la creencia de que sólo existe el abismo que nos muestran aquellos que nos dicen que no hay otro camino más que aquel que ellos nos pueden ofrecer. Sencillamente, es hora de erradicar para siempre a los farsantes de nuestras vidas y comenzar una nueva etapa de la historia.

Enrique Suárez

Cuando un gobierno la caga, hay un pueblo que lo paga

viernes, 13 de julio de 2012

Catalunya, al capdavant de la corrupció



El prufasò Nibey Sé, uno de los fundadores de Ciudadanos en la Red, nos ha remitido un dilema moral que fluye en estos momentos por las siempre estimadas tierras catalanas. ¿Realmente es lícito considerar que un pobre ex-consejero de gobernación de ERC, que defiende la independencia de Catalunya es un contrabandista cuando a quien estafa es al Estado español?. Lo único que está favoreciendo es el comercio libre del yugo fiscal español entre dos comunidades de habla catalana. Este hombre es un patriota catalán que debería recibir homenajes y alguna medalla porque gracias a su compromiso con la causa de la independencia catalana hoy se puede decir: ya no es necesario que nos roben en Madrid, hemos logrado la independencia en la corrupción, que nos roben los patriotas catalanes, que son de los nuestros.

¿Por qué los problemas políticos de España no tienen solución?


En este verano de 2012, los españoles estamos conociendo, al fin, cual es el principal problema que tenemos en este país: los políticos que dicen representarnos, y que en realidad sólo representan los intereses de sus respectivos partidos con nuestros votos.

Si Zapatero actuó como un infame con el bienestar de los españoles cuando decidió gastarse la riqueza del Estado en las chuminadas que se le ocurrieron, no está siendo menos infame Mariano Rajoy, cuando está ejerciendo la coerción desde el poder de hacernos pagarlas a los españoles, sin mostrarnos a los autores intelectuales del desfalco nacional.

El problema fundamental es que la política en España ha dejado de ofrecer soluciones a nuestros problemas para convertirse, sin duda, en el primer problema que estamos obligados a resolver los españoles sino queremos seguir viviendo en un país donde ya pagamos más impuestos proporcionalmente que en ningún otro de la Unión Europea, para tener los políticos más miserables de todo el continente. No puede aceptarse bajo ninguna ley de generosidad que todos los españoles estemos condenados a pagar el putiferio que se han montado nuestros eximios representantes.

Cuando la deuda total de España se aproxima a los 4 billones de euros, de los que 1 billón de euros será la deuda pública para el próximo año, no podemos aceptar que la única idea del Gobierno de Mariano Rajoy sea volver a subir los impuestos, porque eso sólo traerá una contracción del consumo, y consecuentemente de la producción, que nos hará introducirnos aún más en la recesión, al no haber posibilidades de que el crédito fluya y este país esté de caudales más seco que el desierto de Atacama. Rajoy ha mentido a los españoles igual que lo hizo Zapatero, pero con el agravante de que llueve sobre mojado, porque si los españoles han votado masivamente al PP era para quitarse al PSOE de encima, no porque Mariano Rajoy levante pasiones electorales, y porque había prometido que no subiría los impuestos para ganar las elecciones con esa mayoría absoluta.

¿Hasta qué punto estamos obligados los españoles a cumplir con unos decretos gubernamentales cuando los emite un Gobierno que nos ha mentido?, las mentiras del Gobierno del PP le han deslegitimado para liderar la salida de la crisis económica de este país, tanto como las mentiras del PSOE le deslegitimaron para seguir gobernando.

Pero el problema fundamental es que los españoles no podemos esperar ninguna solución de los políticos que dicen representarnos, sino más problemas, a los de Zapatero se suman hoy los de Rajoy y mañana de los que vengan. Por tanto habrá que tomar decisiones para romper con este sistema corrupto de poder que tenemos en España, que no satisface a nadie e indigna a todo el mundo. Si no hacemos nada estamos condenados a sufrirlos por el resto de nuestros días y al mismo tiempo, a seguir quejándonos eternamente de que esto no puede seguir así.

La capacidad de los políticos españoles para resolver nuestros problemas es nula de toda nulidad, es más fácil que un burro toque con una flauta travesera el Claro de Luna de Bethoven, que el Gobierno de Mariano Rajoy resuelva la crisis económica que heredó de los Gobiernos de Rodríguez Zapatero. Deberíamos tener en la Constitución Española una figura jurídica como el “impeachment” de los Estados Unidos y Reino Unido, por el que si un presidente o alto cargo miente y se demuestra está obligado a marcharse. Nos habríamos ahorrado muchos disgustos. Aunque dada la deriva que han acometido los representantes políticos españoles creo que la mejor alternativa para que en el futuro no nos sigan tomando el pelo, riéndose de nosotros y viviendo por encima de sus posibilidades mentales para que los españoles paguemos después los errores que cometan, es hora de establecer entre todos algunas fórmulas de GOBIERNO LIMITADO, porque no se pueden dejar en sus depauperadas inteligencias las decisiones que mañana tendremos que seguir pagando, cuando se vuelvan a equivocar.

Urge establecer un poder judicial independiente del poder político por completo y la mejor fórmula es la inventada por la democracia clásica griega: el sorteo. Tanto para el Tribunal Supremo, como para el Tribunal Constitucional, como para el Consejo General del Poder Judicial, así como para todas las Juntas Electorales, entre los candidatos posibles cualificados para ocupar esos puestos, se realiza un sorteo y los que salgan elegidos estarán obligados a ocupar los mismos durante un tiempo, salvo causa justificada que lo impida. De esta forma sí tendríamos un poder judicial independiente como establece nuestra Constitución. En la encuesta que se viene realizando en Ciudadanos en la Red, de 482 votos emitidos, 475 (98 %) apoyan una justicia independiente del poder político.

En cuanto a las votaciones electorales, es necesario retirar todas las barreras que facilitan la presentación de candidaturas desde los partidos políticos y dificultan las de cualquier otra opción, para que cualquier ciudadano que reúna mil firmas pueda hacerlo a todos los cargos representativos del Estado.

Por último, se debe establecer una ley de medios de comunicación que permita retirar la licencia de publicación a los medios de comunicación que reiteradamente intoxiquen a los españoles con sus informaciones, con un gradiente de sanciones correspondiente como estar obligados a publicar diariamente en primera página la relación de las causas judiciales abiertas por difamación o intoxicación, en las que estén inmersos, y si son medios audiovisuales a reiterarlas todos los días en las horas de máxima audiencia. Asímismo, deberán implementarse algunas alternativas para evitar que la censura siga haciendo invisible la auténtica realidad que se vive en la España real, mientras se promociona la delirante versión que beneficia exclusivamente a los representantes políticos.

Estas son algunas ideas para que los españoles podamos alcanzar algún día una democracia normalizada que nos aparte del régimen despótico en el que estamos condenados a vivir, hacerlo posible es una cuestión de todos, porque si no nos ponemos de acuerdo en poner trabas a que nos sigan amargando la vida los representantes políticos de los partidos españoles, entonces será de justicia que sigan haciéndolo, para eso somos tan lerdos que se lo permitimos aunque nos hayan defraudado por completo.

Enrique Suárez

miércoles, 11 de julio de 2012

Del ¡No a la guerra! al ¡Sí a la guerra!


Asturias patria querida se encuentra con el alma dividida, el abanico de la opinión pública se ha abierto por completo. Sí bien hay muchos que se solidarizan con la causa de los mineros, no todos lo hacen con toda su causa, ni por los mismos motivos; por primera vez en la historia de esta comunidad se comienzan a escuchar voces contra los mineros entre los asturianos. Voces claras y contundentes, no quedas y sordas; voces que exigen restituciones y denuncian en voz alta el negocio político-sindical-financiero-social que se ha desarrollado alrededor de la minería durante las últimas décadas. Voces que se quejan de que los principales autores del hundimiento de Asturias, incluida la minería: PSOE-PP-IU-UGT-CCOO-Empresarios subvencionados, sean ahora los mismos que se ponen a la cabeza de la protesta entonando "gritos de guerra". Voces de los trabajadores amenazados de perder su empleo, si se siguen produciendo incidentes violentos en Asturias que convierten esta comunidad en un hervidero que resulta repulsivo para los visitantes en pleno verano, en una situación de crisis galopante.

Mi opinión personal al respecto de la minería de Asturias no es diferente a la de la pesca, la agricultura, la ganadería, la industria, el comercio, el turismo, la construcción o la hostelería. Todos los sectores empresariales y laborales, tradicionales o no, están en franca decadencia en el Principado. Sin embargo, a pesar de que todos los sectores laborales están en franca decadencia en Asturias, sólo la minería ha logrado establecer una protesta organizada que ha llegado a la opinión pública, fundamentalmente por estar organizada por los sindicatos mineros, el apoyo de partidos de la izquierda y algunos medios de comunicación.


La realidad de la minería en Asturias se comprende mucho mejor desde una perspectiva antropológica que ha convertido la historia en leyenda, en un motivo para creer. La urdimbre de la minería asturiana está organizada sobre un fuerte apoyo colectivo a todas las causas individuales, de ahí la fuerza que han llegado a tener los sindicatos mineros en Asturias, influyendo en la formación de Gobiernos, participando en los Consejos de Administración de Cajas de Ahorros, y estando presentes en todo el entramado social del Principado, acumulando un poder que jamás ha tenido ninguna representación sindical en España. Se puede decir que durante décadas no se ha movido una hoja en Asturias sin la participación de los sindicatos mineros.

Actualmente quedan en Asturias en activo menos de 1.300 mineros del carbón, 700 en Hunosa y 600 en empresas privadas. En total en España no alcanzan los 5.000, por tanto son menos del 1 por mil de los parados existentes en España. Sin embargo, al existir en España cerca de seis millones de parados, no es extraño que mucha gente se agrupe alrededor de los que al menos se atreven a protestar. La situación de decadencia que se vive en el Principado de Asturias contribuye a que muchos hagan propia la bandera de los mineros.

Pero la triste realidad de Asturias se puede asociar una vez más a la decadencia de la minería asturiana, actividad condenada a la extinción fulminante y con ello, también se condena a la pérdida de poder de los sindicatos mineros, que en realidad es la causa fundamental de las movilizaciones histéricas (no históricas) que se están produciendo. Esencialmente por dos motivos, el primero que hay muchos sindicalistas de la minería asturiana que están condenados a irse al paro al extinguirse la actividad minera; el segundo que es necesario ocultar el despilfarro cometido por los líderes sindicales y políticos de la izquierda asturiana con los fondos mineros, aproximadamente 12.000 millones de euros que se han dilapidado en inversiones que no han conseguido crear puestos de trabajo (o los han creado efímeramente) que era su principal cometido, pero también en operaciones de inversiones en la propia minería con empresarios que han recibido miles de millones de euros en las últimas décadas.

La marcha negra en realidad es una mancha negra que pende sobre las cabezas de líderes sindicales como José Ángel Fernández Villa por la UGT, políticos del PSOE como Vicente Álvarez Areces o el actual Presidente del Principado, Javier Fernández, o el Delegado de Gobierno del PP, Gabino de Lorenzo o incluso el mismo José Luis Rodríguez Zapatero, que en uno de sus últimos Consejos de Ministros declino investigar el dispendio de unos fondos mineros -490 millones de euros- que fueron señalados por la intervención del Estado como de dudosa adscripción a sus fines, algo que acaba de denunciar el PP y que está dispuesto a investigar en comisión parlamentaria.

Sin embargo, tras la lucha de los mineros también es cierto que está el grito desesperado de una Asturias que agoniza, en la que la cifra de pensionistas (350.000) pronto superará a la de trabajadores (390.000), en una comunidad con la natalidad más baja de Europa, la mortalidad más alta de España, la tasa más elevada de suicidios consumados, la menor inmigración, una de las mayores emigraciones juveniles, la tasa de actividad laboral más baja de España, el potencial de vida más bajo del país, el riesgo de empobrecimiento mayor de España, la comunidad que más población pierde y por último, la más dependiente del Estado.

Razones para una protesta social en Asturias hay desde hace muchos años, sin embargo esta no se había producido hasta ahora, no porque la situación de Asturias haya empeorado de repente, sino porque el Gobierno que está en La Moncloa es del PP y los partidos y sindicatos que han arruinado Asturias son de izquierdas. La ofensiva que se ha producido tiene muchos más motivos políticos que económicos, la finalidad es crear una falacia de que ha sido el Gobierno del PP el que ha hundido la economía asturiana y en particular, la minería asturiana; no es así, al igual que ha ocurrido con el PSOE en España, quienes han hundido este país han sido los gobiernos de Rodríguez Zapatero, engañando a los españoles sin interrupción desde el año 2006, primero negando la existencia de una crisis, posteriormente elevando la deuda pública al doble para que no se notara su existencia hasta que traspasaran los trastos de gobernar a Mariano Rajoy que, mientras el PSOE hundía España, se dedicaba a leer El Marca, recreándose en el “tancredismo” expectante.

Se vuelve a utilizar la misma farsa que se urdió tras el atentado del 11-M en España, se cierra un ciclo, el responsable máximo de aquel conflicto al final fue un minero diagnosticado de esquizofrenia que se curó milagrosamente para poder vender dinamita de una mina medio abandonada a unos “talibanes” que cometieron el mayor crimen de la historia de España. En aquella ocasión, un Rubalcaba que hoy dirige el PSOE convenció a los españoles, en una finta delirante y una campaña perfectamente organizada para que pareciera espontánea de que todo aquello había ocurrido por la mala cabeza de Aznar al hacer que España participara en la guerra de Irak –donde no hubo muertos militares españoles, recordemos que en la “misión de paz” de Afganistán pasan de 100-, el ¡NO A LA GUERRA! fue el grito de rebeldía que se expandió en aquella ocasión, aderezado por los artistas que apoyaban a Zapatero en la defensa de la alegría.

Ocho años después, cuando el PSOE vuelve a estar en la oposición, nuevamente la izquierda recurre a los mineros para que la lleven de nuevo al poder, cuando las urnas les ofrecen los resultados más escuálidos de su historia; otra vez tenemos a los defensores de la alegría animando al personal; otra vez Rubalcaba a punto de repetir lo de: “necesitamos un gobierno que no nos mienta”; otra vez las calles de Madrid colmadas de “luchadores solidarios” , lo único que ha cambiado es el grito de rebeldía, que en esta ocasión es el ¡SÍ A LA GUERRA!

Sobre el atentado del 11-M cada día tengo más dudas de que ocurriera como nos lo han contado, pero sobre lo que no tengo ninguna duda es que los autores de que la prima de riesgo ande rondando los 600 puntos fueron los del PSOE, cuando Zapatero se gastó 400.000 millones de euros de deuda pública, duplicándola, entre 2007-2011, para que ahora tengamos que pagar 435 millones de euros diarios solo de intereses por su mala cabeza, al mismo tiempo que creaba 3,5 millones de nuevos parados durante sus mandatos y elevaba el déficit público hasta el 9,5 %, llevándonos a una situación de ruina casi irreversible.

No creo que todo el carbón de la minería española sea suficiente para borrar los crímenes contra la razón, y los desfalcos que han cometido el PSOE y los sindicatos de clase en este país. Porque a nadie se le olvide que cuando hoy hablamos de crisis financiera en este país, no estamos hablando de otra cosa que de unos políticos del PSOE-PP-IU y unos sindicalistas de UGT-CCOO que formaban los consejos de administración, que transformaron las cajas de ahorros en bancos, con el beneplácito del Banco de España, para borrar las pruebas de las irregularidades que se cometieron durante su gestión y los dineros que desaparecieron como por arte de magia, casualmente igual que los fondos mineros o el dinero dedicado a los trabajadores en Andalucía en los EREs.

Así que se dejen de cuentos y comiencen a rendir cuentas, que nos deben muchas explicaciones a los españoles, además de todo el dinero que ha desaparecido del erario público mientras ellos lo gestionaron. Vamos a necesitar mucha minería para llegar al fondo del asunto, en las montañas de mierda que nos han legado los que decían que venían a salvarnos y nos han llevado a la ruina.

Enrique Suárez

viernes, 6 de julio de 2012

Contando nubes



"La democracia sustituye el nombramiento hecho por una minoría corrompida, por la elección hecha merced a una mayoría incompetente" George Bernard Shaw

jueves, 5 de julio de 2012

Bankia y el efecto bola de nieve que se avecina


Este país está sometido a unos niveles de presión, realmente indescriptibles e insoportables. La violencia institucional y mediática del Estado sobre los ciudadanos está alcanzando cotas jamás conocidas, no solo por los efectos directos de la crisis, materiales (coste de la vida, impuestos, recortes) e inmateriales (miedo e inseguridad), sino también por los antecedentes de la crisis que se han venido urdiendo discretamente durante los últimos años y los efectos colaterales que se están acumulando exponencialmente, además de sus consecuencias a medio y largo plazo, que, en su inmensa mayoría, todavía desconocemos.

En este escenario desafortunado, la noticia de la imputación de todo el Consejo de Administración de Bankia en el que, están representados el PP, el PSOE, IU y los sindicatos UGT y CCOO no es más que la primera pieza caída del efecto dominó que se aproxima.

Ayer mismo nos ocupábamos de la noticia de la investigación policial del domicilio y despachos del expresidente Sarkozy por una presunta ayuda a su campaña de 2007 de 150.000 euros. Hoy, el ex director de empleo de la Junta de Andalucía, Juan Márquez ha quedado en libertad, por el juicio de los EREs en el que están implicados el gobierno andaluz, el PSOE, y los sindicatos UGT y CCOO, pero hemos conocido la notica de que el fiscal anticorrupción ha reclamado una fianza de 204 millones de euros por los hechos imputados.

Al mismo tiempo, se dirige hacia Madrid “la marcha minera” que tiene prevista su llegada a la capital para el día 11 de julio, donde se congregarán los mineros venidos de toda España. Organizada por los sindicatos UGT y CCOO, que precisamente son los que administraron y dilapidaron los Fondos Mineros, junto a los políticos de las regiones mineras, cuya cantidad total acumulada es, posiblemente, mucho más difícil de conocer que la partícula del boson de Higgs, aunque no disminuiría de unos cuantos miles de millones de euros. Como si una marcha de unos cientos de mineros pudiera ocultar la desaparición de unos cuantos miles de millones de euros.

Es curioso comprobar que en todos estos hechos susceptibles de corrupción con dinero público, siempre han estado presentes los mismos actores, sindicatos UGT y CCOO, además de los distintos partidos políticos, como el PP, PSOE e IU. Representantes sociales, que también han estado presentes en la mayoría de las transformaciones de Cajas de Ahorros en Bancos, que al final han resultado deficitarias y quebradas, sin conocerse todavía, siquiera, quienes han sido los autores intelectuales del estropicio.

Lo que está cada día más claro es que todos ellos han participado del desfalco que se ha cometido en España, lo único que nos queda por conocer, es en que proporción lo ha hecho cada uno.


Sin duda nos encontramos en el comienzo del proceso que pondrá patas arriba el país, cuando los españoles descubramos lo que se ha hecho con el dinero público por parte de los partidos políticos y sindicatos. En este proceso que ahora comienza lo de Bankia, los EREs de Andalucía y los Fondos Mineros sólo es la primera etapa de las muchas que se avecinan en este tour que se inicia a comienzos de julio de 2012 y que no se sabe cuando concluirá, ni tampoco con cuantos miembros de partidos políticos y sindicatos en la cárcel. En las comunidades con fuerte presencia del nacionalismo tendremos que añadir además a los partidos que las han gobernado o gobiernan.

El efecto bola de nieve está en marcha y consiste en que, al principio, la pequeña y frágil bola tiene enormes dificultades para capturar unos pocos copos, sin embargo, a medida que crece, su capacidad de acaparar copos y pedazos enteros de nieve se incrementa exponencialmente. Sustitúyase la nieve por la corrupción y se comprenderá perfectamente a lo que se enfrentan aquellos que han utilizado los recursos públicos en su provecho y en beneficio de sus formaciones y afines.

A medida que vayan apareciendo en el escenario personajes más importantes de los sindicatos y los partidos políticos españoles, se romperá el código de silencio mafioso (“omertá”) por el que el PP tapa al PSOE y el PSOE al PP y ambos a los sindicatos e IU, que a su vez les tapan a ellos. Estamos en el anuncio del “sálvese quien pueda”, los partidos y sindicatos tratarán de excluir a los miembros que han estado implicados en casos de corrupción, pero esto resultará imposible, porque al final descubriremos que las ejecutivas del PSOE, PP, IU, CCOO y UGT estaban implicadas hasta el tuétano, con el conocimiento de los hechos de corrupción y quien sabe, si con su participación directa en los mismos.

En ese momento los españoles decidiremos, posiblemente, un Nunca Mais o algo parecido, porque lo que es inadmisible es que nos ocupemos de retirar los restos de brea de las playas españolas y no seamos capaces de retirar de la política española a todos aquellos que han utilizado la democracia como un negocio personal para forrarse a costa de que los demás acabemos pagando sus despropósitos con el perjuicio irreversible en nuestra existencia.

Creo que no va a quedar títere con cabeza, porque en este país la tolerancia y la prudencia no son precisamente virtudes que caractericen a sus habitantes, menos aún, cuando la insidia y depravación de sus mandatarios "democráticos" ha sido para reirse y aprovecharse de ellos. Cuando Némesis se despierta, es difícil que se vuelva a dormir hasta que su espada no haya decapitado a los delincuentes democráticos que se han aprovechado del pueblo en su propio beneficio

Enrique Suárez

miércoles, 4 de julio de 2012

En todas partes hay corrupción


Con esta frase algunos españoles se consuelan, pensando que en otros lugares hay tanta corrupción como aquí, pero se equivocan de forma extravagante. Es cierto que en todas partes hay corrupción, pero en España es que no hay parte donde no la haya, lo que hace que las cosas sean realmente diferentes y distintas.

Hoy mismo, tras haber perdido su inmunidad por haber sido Presidente de la República Francesa, la policía ha entrado en la casa y el despacho de Nicolás Sarkozy por una supuesta concesión de 150.000 euros en la campaña electoral de 2007 por parte de la dueña de la firma francesa L´ Oreal. Este asunto colea desde hace mucho tiempo.

Hoy mismo, la juez Alaya, ha imputado al ex director de empleo de la Junta de Andalucía por haber hecho lo que no debía con 154 millones de euros. El Presidente Griñán sigue siendo presidente, a pesar de que las pruebas cada día le acorralan más, pero se resiste a presentar su dimisión, entre otras cosas porque de esa forma permanece aforado e inmune a la justicia que se ejerce con los demás ciudadanos.

Algún iluso podrá decir, que en Francia hay corrupción como en Andalucía, al mismo tiempo que obvia que en una Comunidad Autónoma española que ha sido gobernada por el PSOE desde hace más de 30 años se produce cien veces más corrupción que en la Presidencia de la República Francesa y no pasa absolutamente nada. Bueno sí, que desde el gobierno andaluz se coacciona sin descanso a la juez Alaya para que desista en su actitud.

La cuestión es que Andalucía cada día se parece más a México, donde el candidato del PRI se ha permitido decir: sí, somos corruptos, pero también eficaces, obligando a sus votantes a aceptar su corrupción, si no quieren seguir mal gobernados por otros partidos.

Creo que los españoles deberíamos reflexionar sobre lo que está ocurriendo en este país, mucho más cuando el Gobierno del PP es incapaz de explicar a los españoles la corrupción que ha cometido el PSOE durante los últimos ocho años, de la que lo de Andalucía solo es un ejemplo; el asunto de los EREs, del que la Junta de Andalucía dijo que era una cosa sin importancia, en la que participaron los sindicatos CCOO y UGT, los empresarios corruptos y tras haberse creado una comisión, los socios de Gobierno de IU, los que iban a poner orden en tanta cochambre (palabrita del niño Marx), están comenzando a impedir que se puedan conocer las pruebas.

No me extraña que Julio Anguita, avergonzado ante tanta inmundicia haya salido como Prometeo, tratando de devolverle al pueblo la democracia que le han arrebatado los aprovechados, en un acto de auténtica desesperación ante lo que está ocurriendo en su tierra, y no es para menos, es para muchísimo más.

¿A qué esperan los andaluces para rodear el palacio de San Telmo y exigir la dimisión del capo mafioso que ha convertido, en compañía de su partido el PSOE, el gobierno de su comunidad en la Nueva Sicilia española? ¿Y a qué espera la justicia española para poner sobre la mesa el ruinoso Estado de Derecho y el incumplimiento de las leyes que se comete cada día en este país por parte de los políticos de todas las siglas?.

Enrique Suárez

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