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lunes, 29 de abril de 2013

Los pactos de la casta



"Cuando los que gobiernan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto" Georg Christoph Lichtenberg.

En el crepúsculo de su agonía, los de la casta política nos quieren crujir a impuestos, mientras nos hornean en los recortes y otras extorsiones legales. Mira que se tienen bien montado el negocio estos sinvergüenzas del PP, PSOE y los demás. Ellos, tan felices, teniendo ocurrencias y sus votantes pasándolas putas por la gracia de Dios.

No se dan cuenta estos mentecatos, degenerados en mequetrefes, de que los ciudadanos europeos del sur estamos hasta las gónadas de sus ocurrencias, que a ellos les permite seguir viviendo magníficamente, mientras los demás soportamos las inclemencias del tsunami de corrupción que se han inventado para imponer su impostura.

Los españoles estamos fritos a estupideces, como los griegos, los portugueses o los italianos, y creo que somos más de 100 milones de europeos dispuestos a dar la brasa, hasta que desalojemos de las instituciones a tanto mangante y usurpador, que utiliza la democracia para medrar sin merecerse el magnífico sueldo que cobra, mientras diez millones de sus compatriotas mendigan para vivir, a sus familias, a la sociedad o al sursum corda.

Que no van a pasar sobre nuestros hijos para que los suyos se conviertan en el recambio endogámico de la opresión, lo de la casta se ha acabado, además, es hora de imponerles la inhabilitación eterna a todos los que han ocupado cargo político en estos países, tanto si han robado como si han callado, porque inocente no hay ninguno y el que no es delincuente, es cómplice. Que sí, que no hay ninguno que pueda ser salvado de la quema que viene.

Que no se puede consentir bajo ningún concepto que en España haya 6,2 millones de parados que podrían formar una cadena humana desde Lisboa a Bagdad sobre un camino de cuatro metros de ancho tapizado con billetes de 500 euros trincados por el PSOE, PP, IU, UPyD, CIU, PNV, otros y sindicatos, a los españoles desde la corrupción.

Que no vamos a aceptar PACTOS DE LA CASTA (también conocidos como "pactos del duerno"), como los que se han hecho en Grecia entre los socialistas y los conservadores, o recientemente en Italia, para formar gobierno entre los de Bersani y Berlusconi, o como el que propone Rubalcaba, ¡cualquier acuerdo es bueno para salvar su culo!, para tapar toda la mierda de la que tienen que dar explicaciones y esquivar a la justicia que tiene que llevarlos a la cárcel. Como si les importara a la casta si sus torpezas e ineptitudes produjeran pobres o parados.

Se ha acabado el chollo, quien no sabe mandar, no puede exigir a los demás que obedezcan y quien no cumple con su palabra mintiendo a los ciudadanos para alcanzar el poder debe ser expulsado del poder, cuanto antes, porque no sólo es un peligro para el país, sino para las instituciones, la libertad y la democracia.

Así que los jueces españoles ya pueden ir poniéndose las pilas, porque si siguen en la misma actitud complaciente y connivente con el poder, habrá que regresar a la boulé, y a la elección de representantes públicos por sorteo, como se hacía en la antigua Grecia.

Basta de farsas y de fraudes. España se pone en pie,  porque los españoles vamos a por aquellos que la han derribado para mantener sus asquerosos privilegios en un prodigio de impostura. 

Hay que exigir la convocatoria de elecciones, cualquier opción que salga será mejor que la que tenemos en el poder (y en la oposición): unos advenedizos asfixiados por su propia incompetencia.

Enrique Suárez 

domingo, 28 de abril de 2013

Maduro Rajoy




Si Rajoy fuera liberal bajaría los impuestos, pero es socialista, social-liberal, conservador, o cualquiera sabe lo que es, pero lo que sabemos es lo que no es: un Presidente de Gobierno que no miente a su pueblo, un gobernante eficaz y eficiente, próximo a los ciudadanos, con ideas de estadista, consecuente, fiable, sensible, amable y buen comunicador, que sabe resolver con agudeza los problemas de los españoles. Esto es aquello que no es Mariano Rajoy.

Rajoy sube los impuestos porque tiene miedo a que Ángela Merkel le diga algo sobre su irresponsabilidad, no le importa lo que digan los españoles, ni siquiera aquellos que votaron a su partido para que fuera Presidente de Gobierno, se comporta como un déspota, que es aquél que gobierna para el pueblo (o la idea que tiene de lo que es el pueblo), pero al mismo tiempo contra el pueblo.

Mariano Rajoy no tiene más idea de economía que de inglés, como Zapatero, es un presidente digno sucesor de aquel que estuvo siete años por accidente (que fue como denominó el atentado de la T4 que nos costó millones de euros). A Zapatero nos lo trajo la riada del 11-M y se lo llevó la crisis, a Mariano Rajoy nos lo trajo la crisis y se lo llevará la historia hacia el olvido como el peor presidente, aparentemente no descerebrado,  que ha tenido este país.

Es curioso que lo que permitió ganar las elecciones a Mariano Rajoy fueron unas promesas falsas (bajar los impuestos) y el hartazgo de Zapatero (el que prometió pleno empleo, que no habría crisis, se gastó medio billón de euros de deuda para satisfacer a los amigos y ahora se encuentra en paradero desconocido). ¿Qué méritos propios reúne Mariano Rajoy Brey para ser Presidente de Gobierno de España?, es algo que muy poca gente debe conocer.

Mariano Rajoy obtuvo como calificación en el CIS 3,56, cuando Zapatero en su derrumbamiento obtenía 3,55. No obstante ganó las elecciones, porque lo del trinque del PSOE fue demasiado, por mucho que trataran de ocultarlo bajo todas las pancartas de la justicia social y la igualdad. Es un presidente que no se merece la confianza de los españoles y lo sabe, pero gobierna como si hubiera llegado al poder después de haber luchado como un campeón, cuando en realidad llegó al poder después de haber salido elegido en un congreso de su partido amañado en origen y en final. Maduro Rajoy, deberían llamarlo, por su amor a la democracia y la libertad. También porque ha superado cualquier categoría suprema del cuento, para pasar directamente al recuento. Maduro Rajoy nos cuenta cuentos como Zapatero, una y otra vez, a ver si a fuerza de repetirlo se lo creen ellos y hacen que los demás también nos los creamos.

Pero la cuestión es que a Mariano Rajoy se le acaban los conejos y la chistera, la situación de España es catastrófica tirando a peor, estamos atrapados en un bucle con una prima de riesgo que no permite que nos liberemos del peso de la deuda, con un paro descomunal que alcanza los 6,2 millones de parados y una deuda total, pública y privada, que se aproxima a los 4,5 billones de euros. Cierto es que buena parte del pufo se lo debemos al PSOE de Zapatero, aproximadamente el 75 %, con la política de tierra quemada que estableció cuando sabían que iban a perder las elecciones y que no iban a gobernar, pero un 25 % de la crisis es exclusivamente obra de la genialidad de Mariano Rajoy y el PP, que se ha convertido en el primer partido socialista de derechas de la historia, que es capaz de mantener el Estado a costa del pueblo, cueste lo que cueste.

Pues sí, Mariano Rajoy es un fraude, porque sigue manteniendo las estructuras del Estado y Administraciones públicas sin tocar, al igual que los gastos fijos que les corresponden. No solo ha reducido la deuda pública, sino que la ha incrementado a un ritmo aún mayor que Zapatero, para salvar a las Cajas de Ahorros transformadas en bancos que hundieron políticos y sindicalistas después de trincar lo que ni se sabe, sin ser responsables de nada.

Maduro Rajoy está al caer, como fruta del árbol, porque si no le coge el camión le pillará el tren, y además lo sabe, le quedan tres telediarios, con su credibilidad no puede sostenerse durante lo que queda de legislatura, aunque no haya recambio alguno para el PP. Si en el PP hubiera alguien con inteligencia le diría que lo que debía hacer era bajar los impuestos, ¿pero cómo va a poder pagar todo lo que han robado y todo lo que gastan los de la casta si se bajan los impuestos?, así que los españoles estamos condenados a pudrirnos en la miseria, para que los señoritos de la casta sigan viviendo a cuerpo de rey, a costa nuestra.

Y a este sistema lo denominan los de la casta como Democracia, y los del pueblo como Despotismo, y como los del pueblo somos más, llegará el día en que van a tener que rendir cuentas y dejarse de cuentos, porque lo que está claro es que los españoles no vamos a seguir soportando por mucho más tiempo a unos tarugos con sueldo de ministro y a un Presidente del Gobierno que nos habla desde una pantalla de plasma, porque está acojonado y tiene miedo de que si aparece en público alguien le tire un zapato o una pedrada.

Está la cosa poniéndose seria,  ¿no les parece? En tres meses nos dirán que España no puede salir de la crisis con sus propios recursos, porque tal cosa no sólo es imposible, sino también inconcebible para alguien que no sea idiota o del Gobierno, que viene a ser lo mismo.

Enrique Suárez 


sábado, 27 de abril de 2013

Soy español y estos políticos ¡NO ME REPRESENTAN!


Un lema sencillo:

¡NO ME REPRESENTAN!

 para unirse contra la casta política española.


Te esperamos en FACEBOOK

Cuando llegue este mensaje a ti, podrás hacer dos cosas, colaborar con la casta política deteniendo su marcha o continuar expandiéndolo para que la casta política sepa que tiene enfrente a los ciudadanos reaccionando ante su opresión.

Esa decisión depende de ti exclusivamente, pero cuando la tomes, sabrás de que lado estás.

miércoles, 24 de abril de 2013

Esta indecente casta política española



"El deber de un patriota es proteger a su país de los ataques del gobierno.” Tom Paine

Ciertamente, no se puede perdonar a la indecente casta política española que siga actuando fuera de la ley como si este país fuera una república bolivariana. Tampoco se puede permitir que sus crímenes queden impunes, pero si por algo merecen ser juzgados y encarcelados es por haber llevado la democracia de este país a un lupanar, para que sea vejada por todos los poderes, como si fueran proxenetas reconvertidos en parlamentarios.


Esta indecente casta política española que presume de representarnos, exclusivamente representa sus intereses sectarios, precisamente contra los españoles, que fueron quienes les elevaron al capitolio del trinque, la depravación y la desmesura.


Esta indecente casta política española no tiene vergüenza, ni se respeta a sí misma, ni respeta a los demás, ni siquiera respeta a sus propios hijos, ni padres, ni hermanos. Son depredadores a sueldo, ambiciosas sanguijuelas, parásitos y vividores. 


Esta indecente casta política española debería mirarse en el espejo de la calle, de los seis millones de parados, del empobrecimiento que han traído a este país por su corrupción impía y desaforada. No se merecen nada y sin embargo lo poseen todo. 


Esta indecente casta política española tiene sus días contados, no llegarán más allá de las próximas elecciones, el PSOE está muerto, el PP en agonía, y las demás formaciones políticas serán arrastradas por su hecatombe. No se dan cuenta, como iban a dársela, de que los españoles, ciudadanos de un país europeo, les vamos a esperar en las urnas para decirles adiós para siempre en su viaje al olvido sin billete de regreso.


Esta indecente casta política española sigue viviendo su orgía de miseria cada día sin darse cuenta de que han comenzado a sonar los tambores que anuncian su procesión hacia el infierno.  No se han percatado de que son los muertos del funeral que se anuncia para los partidos políticos españoles. 


En la próxima legislatura el problema no será quien vaya a representarnos, gracias a esta indecente casta política española, la representación política en las condiciones de despotismo, opresión y tiranía que han establecido no tiene continuidad posible. Ni siquiera pidiendo disculpas a los españoles durante el tiempo que queda hasta las próximas elecciones obtendrían los partidos convencionales los votos que necesitan para repetir el ciclo de asfixia a los ciudadanos de este país que se han inventado para mantener indemnes sus malditos privilegios y los beneficios que obtienen por salvarnos.


¿De qué pueden salvarnos estos mequetrefes?, nuestra única salvación pasaría porque decidieran suicidarse, hacerse el harakiri y pasar página deprisa sobre esta maldita extorsión a la inteligencia y el sentido común a que nos someten cada día. Pero se salvarán ellos, como han hecho siempre, hasta que seamos capaces de impedirlo. Va faltando menos para que cada uno se represente a sí mismo, no necesitamos espabilados que nos vendan cielos, mientras nos conducen al infierno, que a ellos les procura la gloria. 

El morlaco ha doblao de patas, babea sangre, rezuma muerte,  sólo espera una puntilla amiga que lo envíe a su destino definitivo: la nave del olvido que gobierna Caronte .


Enrique Suárez

lunes, 22 de abril de 2013

Efectos de las redes sociales sobre la Democracia. A propósito de Venezuela


Sin duda el impacto de las nuevas formas de comunicación interactivas, está dando al traste con todos los formatos anteriores. Twitter y Facebook, forman parte de la vida de muchos millones de personas como la televisión o la plancha, son instrumentos útiles que, supuestamente, facilitan nuestras vidas, aunque desde mi criterio, creo que las van  transformando poco a poco. No son las únicas, otras como las  redes de  comunicación por teléfonos móviles, WhatsApp, también está teniendo un auge insospechado.


El cambio que se está produciendo no es otro que pasar de sociedades informadas a sociedades intercomunicadas. Si en la década pasada el acceso a la información se multiplicó por mil con respecto a la anterior gracias a los recursos de internet, en la presente estamos asistiendo a la intercomunicación, que se ha multiplicado por cien con respecto a la anterior. Información y comunicación están transformando nuestras vidas, pero fundamentalmente las formas tradicionales de convivencia. Hoy se puede estar mejor comunicado con un amigo que vive en Vladivostock, al otro lado del planeta, que con el vecino de la puerta de al lado.

Estas circunstancias están modificando también nuestro conocimiento de la realidad, que hoy puede ser mucho más profundo que hace un par de décadas. Y parece ser que también va camino de modificar nuestras relaciones con los demás, pero también nuestras relaciones sociales y posiblemente lo que es más importante, nuestras relaciones con el poder.

España está siendo un auténtico laboratorio en esta experiencia, porque la casta política no se ha adaptado a las nuevas circunstancias con la celeridad que correspondería a los más avezados paladines de la comunicación pública. Realmente la casta política española es muy mayor, la mayoría de los líderes de los partidos políticos supera los sesenta años y no están adaptados como las generaciones venideras a esta nueva categoría existencial que supone la realidad ampliada que nos ofrece internet. Forman en su conjunto una grey bastante mal preparada para los tiempos, no sólo por desconocimiento de las técnicas de comunicación, sino también por desconocimiento de los canales preferidos por los ciudadanos para informarse de lo que ocurre.

Asistimos a una auténtica revolución en materia de información y comunicación, con una decadencia sin fin de los medios tradicionales: prensa, emisoras de radio, canales de televisión, pues los que no están en quiebra, están a punto de estarlo. También en formas de cultura subvencionadas con recursos públicos como el cine español (y menos el de otros países), pues esta semana ha sido la peor que se recuerda en la historia del gremio. Este mundo de cambios sin duda tendrá repercusiones sobre las relaciones de los ciudadanos con el poder en un futuro inmediato, pero ya los está teniendo con la cultura.

De hecho ya las ha tenido en las dictaduras del norte de África, pero también en países atenazados por la crisis como Grecia, Portugal, Italia o España. El mediterráneo es el área del planeta donde realmente la nueva forma de comunicarse que ofrecen los medios del presente, está teniendo un mayor impacto, como aconteció hace 2500 años con la revolución en la  navegación y los intercambios comerciales, hoy es otra forma de navegación e intercambio, pero también está resultando revolucionaria en los países que bordean el mare nostrum.

Sin embargo no son los únicos lugares, en Argentina el activismo cibernético cada día es más importante, al igual que está ocurriendo en países inmersos en conflictos bélicos como Siria. Pero también en  sociedades más avanzadas como Estados Unidos, Alemania, Francia, Reino Unido o Japón.  Evidentemente, no hay libertad de comunicación en muchos países: China, Cuba, Corea del Norte, Irán, Birmania, precisamente los países menos democráticos del mundo.


El mejor ejemplo de su impacto, y además positivo, se está produciendo en estos momentos en Venezuela tras el golpe de Estado perpetrado por el fascismo chavista y su cerrilidad en impedir un nuevo recuento de los resultados electorales. El mundo está atento a lo que ocurre en Venezuela, entre el modelo del pasado representado por las hordas de Nicolás Maduro y el mundo del futuro representado por los seguidores de Henrique Capriles, que sencillamente se está dedicando a hacer las cosas y al mismo tiempo ir informando en Facebook y Twitter de los pasos que se están dando para revocar un pucherazo organizado desde el poder. 

Sin duda, hoy se puede agradecer a Facebook y a Twitter que haya habido muchos menos muertos de los previstos ante una farsa electoral como la representada. Y por supuesto, a Henrique Capriles, que ha sabido y está sabiendo actuar como un auténtico Jefe de Estado ante la impertinencia del "#mientras tanto" que ha ocupado el poder de aquella manera.  

Enrique Suárez

domingo, 21 de abril de 2013

Reflexiones sobre soberanía y autonomía



"Una nación es un resultado, nunca un propósito" Max Weber

Los problemas políticos que acucian el porvenir de la nación española no provienen de realidades disgregadoras o sensibilidades confrontadas, sino más bien de la ignorancia irredenta de los interlocutores que han establecido el mapa cognitivo de la realidad en función de sus emociones e intereses y no de la razón necesaria y suficiente, para alcanzar un lenguaje compartido. El error, la confusión, la mentira y las ilusiones han contribuido a crear un escenario imposible para el acuerdo y la superación de las disquisiciones. El problema entre España y Cataluña o España y el País Vasco, antes que cualquier motivación real, tiene un origen semántico.

Los nacionalismos catalán o vasco, tienen entre sus aspiraciones crear en Cataluña o Euskadi nuevas naciones, cometen un grave error de partida: para ser naciones, deben suprimir la existencia de la nación española y al mismo tiempo,  la pertenencia histórica de sus comunidades a la nación española. Si la segunda es extremadamente difícil, la primera es imposible sin el concurso de todos los españoles en un referendum.

En el ideario nacionalista catalán o vasco, ser españoles es una imposición obligada por la fuerza de una nación fuerte sobre naciones débiles, sin duda un colonialismo. Difícil aventura la que se proponen, cuando en la historia de España no hay espacio, ni tiempo desde hace muchos siglos en que Cataluña o Euskadi hayan sido algo diferente a lo que España representa. 

La pregunta que debemos hacernos los españoles es la siguiente, ¿si para catalanes y vascos ser españoles es una imposición, ¿qué sería entonces para los españoles dejar de serlo porque se les antojara a una minoría estridente formada por unos vendedores de humo y coacciones interesadas?. ¿Acaso ser vasco o catalán concede más derechos  que a cualquier otro español para poder determinar lo que los españoles debemos ser para que los secesionistas se sientan felices?

Por la misma razón, los gitanos, los rumanos, los ecuatorianos, los marroquíes  o los alemanes o ingleses que habitan en nuestro país, o cualquier comunidad del facebook, o los jugadores de petanca, o de mus, podrían declararse naciones independientes, posiblemente con muchos más motivos y crear un Estado plasmático implantado en ningún sitio, dentro de la confederación del País de Nunca Jamás que se quieren inventar los guionistas del futuro a la carta de sus privilegios. ¿O tienen acaso menos derecho cualquiera de ellos que los catalanes y vascos?

Enrique Suárez

martes, 16 de abril de 2013

La temida deflación está aquí



“El papel es pobreza,… representa sólo el fantasma del dinero, y no al dinero en sí mismo.”  Thomas Jefferson

Demasiada coincidencia, disminución del precio del oro en un 9 %, de la plata en un 11 %, de los metales preciosos más del  5 %, del petróleo Brent, el barril por debajo de los 100 dólares y del Dow Jones, todo al mismo tiempo, anticipa un escenario de recesión y contracción para la economía mundial que tendrá distintas lecturas:  en los países estables o en crecimiento será un resfriado, pero para países en crisis manifiesta, como España,  será una neumonía letal. Algún país con recursos importantes está vendiendo sus reservas para obtener liquidez.

La deflación es la bajada de precios que conduce en primer lugar a una escasez de productos, porque a las empresas no les interesa seguir produciendo a precios en los que costes más impuestos les conducen a pérdidas, en unas condiciones precarias de demanda; tras la escasez vendrá la inflación y posteriormente la hiperinflación, que al sumarse al estancamiento conducirá a la estanflación, el peor escenario económico de los posibles, que en realidad ha sido encubierto en España con medidas fiscales desde 2008 hasta ahora.

Esto puede conducir a que en España se sobrepasen con holgura los siete millones y medio de parados, un déficit mayor del 13 %, nuevas subidas de impuestos y recortes en los servicios públicos, mayor endeudamiento público, hasta el billón de euros, y también privado. Se elevará la prima de riesgo por encima de los 500 puntos y se producirá la quiebra de numerosas instituciones públicas: Andalucía, Cataluña, Valencia, Extremadura, Murcia, además de cientos de ayuntamientos, y también de empresas privadas de todos los tamaños: Pescanova sólo ha sido la primera.

El panorama  es desolador, la quiebra está cada día más próxima. Pudo haberse evitado si Zapatero no hubiera despilfarrado más de medio billón de euros de recursos públicos en hacerse aureola y Rajoy hubiera sido más cauto y no hubiera asfixiado la economía española con sus medidas de austeridad, pero ahora ya es demasiado tarde. Nos va a coger el tsunami con el pie cambiado y la inmensa mayoría de los españoles lo vamos a pasar mal, peor y lo siguiente.

En Japón llevan luchando 25 años contra ella y no son capaces de salir del remolino, y en Grecia este mes han tenido su primer mes de deflación desde 1968.

Enrique Suárez Retuerta

lunes, 15 de abril de 2013

Libertad para Venezuela! Venezuela Freedom!






Maduro ha impuesto un apagón de internet en Venezuela, antes de dar un pucherazo en las elecciones y un Golpe de Estado a continuación con el apoyo de los militares, para evitar que el pueblo venezolano pueda reaccionar y organizarse para apartar al dictador del poder. Hasta han bloqueado la web del Consejo Nacional Electoral para que no pueda informarse del pucherazo. Sin libertad no puede haber democracia.



Los españoles dejan de atender a las noticias políticas



Realmente no es fácil interpretar este dato, pero el desinterés de los españoles por estar informados sobre los acontecimientos políticos está descendiendo a las cotas más bajas desde 1978, cuando se aprobó en referéndum la Constitución Española.

Sin duda, hay varios hechos que pueden influir en esta saciedad y rechazo consecuente.
Las informaciones sobre política nunca han sido tan negativas en todos los ámbitos, la corrupción política es hoy el segundo motivo de preocupación de los españoles tras el paro y por delante de la economía, según la última entrega del CIS, nunca hubo tanta comunicación y tantas opiniones sobre lo que ocurre en la política española como en la actualidad, los medios de comunicación tradicionales y convencionales cada día tienen menos audiencia, pero también se aprecia la fatiga y el cansancio en los medios de comunicación no convencionales como las redes sociales, los digitales y los blogs.

Al mismo tiempo cada día resulta más difícil establecer un diálogo o debate mínimamente serio sobre los problemas que acontecen en la actualidad política española. La deriva es hacia el sarcasmo, la ironía y en numerosas ocasiones hacia el insulto, la infamia y la estridencia. Incluso el lenguaje utilizado por los medios de comunicación o los miembros de partidos políticos está declinando hacia el exabrupto y la digresión, en la letanía tradicional de vituperación de los males del contrario y al mismo tiempo silencio en los propios.

Se aprecia una devaluación del interés de los españoles y una desatención paulatina de las cosas que cuentan los políticos, posiblemente porque sea más de lo mismo y no responda a ninguna de las preguntas que se hacen los ciudadanos. Parece que viviéramos en dos mundos paralelos, políticos y ciudadanos, los políticos empeñados en justificar lo injustificable y los ciudadanos acantonados en no admitir ni una concesión más a los delitos cometidos por los políticos, y mucho menos aceptar sus pretendidas justificaciones en los cuentos habituales.

Los españoles ya no estamos para más cuentos, y cada día estamos más próximos a exigir cuentas de todos los desmanes cometidos. El daño que los partidos políticos de todos los colores le están haciendo a la democracia es inadmisible e inaceptable. 

No se quieren enterar los que dicen representarnos que la política ha dejado de ser para siempre el escenario en el que nos conceden sus representaciones teatrales, su farsa representada, las palabras han dejado de contar, porque han perdido la mayor parte de la credibilidad que atesoraban urdida en el embaucamiento y la mezquindad. El fraude de más de tres décadas toca a su fin. Un 1 % de privilegiados por los partidos políticos no pueden seguir imponiendo su dictadura al 99 % de los españoles como si viviéramos en la época feudal.

Por mucho que se empeñen en seguir contándonos su película, utilizando todas las estructuras de poder en su objetivo, las escenas de la tragedia de su impostura cada día recuerda más a una película inolvidable: Lo que el viento se llevó. 

Vientos de cambio agitan el futuro de los españoles, hartos de un destino determinado por unos mangantes organizados de forma mafiosa en la depredación mezquina y permanente de los recursos de todos.  La atención y el apoyo a una opción política también son recursos de los españoles; según nos refieren las últimas encuestas, actualmente menos del 50 % de todos los convocados acudirán a las urnas, y menos de un 25 % de todos los convocados votarían por PSOE o PP, por el bipartidismo tradicional. Uno de cada cuatro españoles (25 %) apoya hoy a los partidos que representan en estos momentos casi el 90 % del Congreso de Diputados. 

A la deuda pública fruto de la estafa que han cometido en nombre de la democracia y a su pesar, se suma ahora la deuda moral que han acumulado, que nunca podrán amortizar, ni ellos, ni sus sucesores. Ante una barahúnda de estafadores, que han hecho de la representación pública un mecanismo perverso de opresión de los ciudadanos, demolición de las instituciones, y desfalco de los intereses generales, lo más prudente será que cada uno se represente a sí mismo y no se deje representar por nadie. 

No se dan cuenta de que la democracia exige, precisamente, prescindir de todos los partidos políticos y sus miembros, cuando se han convertido en instrumentos de la más vejatoria tiranía, del más ofensivo embuste, de la más deleznable ilegitimidad y de la más inadmisible tomadura de pelo. No se dan cuenta, pero se la darán, de que ya se los ha tragado el pasado, antes de que desaparezcan en el olvido.


Enrique Suárez Retuerta

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