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jueves, 5 de marzo de 2015

La realidad y sus depredadores




Cuando se analizan los hechos, aunque sean simplemente datos o referentes estadísticos, se descubre que España, en términos generales, está mucho mejor que Grecia, pero también mucho peor que Noruega. Evidentemente, Grecia está extraordinariamente mejor que países tercermundistas como Bolivia o Venezuela.

En cuestiones macroeconómicas España, parece que está saliendo de la crisis, la prima de riesgo está en 98, el IBEX en sus máximos desde hace tiempo, parece que el déficit público está controlado. Sin embargo en cuestiones microeconómicas, la cuestión es más difícil de valorar, el paro en enero de 2015 estaba en 23,6 %, pero la deuda de las familias está actualmente a niveles de 2006 y descendiendo. El paro es una consecuencia de las condiciones económicas, cuando el PIB sube del 3 %, se crea habitualmente empleo, y España está a punto de superar esa cifra en lo que se refiere a periodos interanuales.

Sin embargo hay algunas cosas en las que España está muy bien, en comparación con sus vecinos inmediatos, porque en este país el 83 % de los ciudadanos residen en una vivienda propia. Nuestro país es también el que tiene la primera Esperanza de Vida de Europa que ahora supera los 82 años. En la Encuesta sobre Calidad de Vida de 2011-2012 de Eurostat, los españoles son menos felices que los nórdicos, pero sin embargo lo son más que otros países que le superan en Renta Per Cápita como Alemania, Italia, Francia o Reino Unido.

En España hay dos problemas que destacan más que en otros países, el paro y la corrupción, al menos eso es lo que se refiere en la última encuesta del CIS. En ningún otro país se ha organizado una campaña de propaganda por parte de la izquierda política y mediática para hacer una crítica exhaustiva de las condiciones reales en las que se desarrolla la vida en nuestro país, con tal de minar la moral y la confianza de los españoles y llevar los votos al origen de sus pesebres. En ningún otro país el gobierno ha hecho mayor anuencia de sus logros, más que nada porque en el clima en el que se desenvuelven los acontecimientos, cualquier presentación que no comulgue con el fatalismo está condenada a la hoguera pública por la oclocracia que se apresta a imponer un orden que nos conduce directamente al tercermundismo.

Tal vez ese sea el escenario necesario que algunos desean para hacer valer sus intereses y hacerse con el poder, pero desde luego nada tiene que ver con el escenario de la realidad de este país. Evidentemente hay muchas cosas en las que debemos mejorar, entre otras hacer un sistema público que realmente sea eficiente y eficaz, y salir del anacronismo de los puestos fantasma y la depredación de recursos, porque no puede seguir permitiéndose que en España se requieran dos empleados públicos para hacer lo mismo que en Alemania hace uno solo, algo a lo que no se ha atrevido el gobierno de este país, esperando que le voten los que le critican cada día, por dejarles en el puesto de trabajo innecesario que ocupan, y por supuesto para no incrementar aún más el paro y que no se vean cifras como las de Andalucía en toda España.

Es hora de recordar que mientras el paro alcanzó el 25 % de la población activa durante la crisis, sólo hubo un ámbito en el que creció el empleo, el sector público autonómico hasta en un 25 % de media, y en algunos lugares aún más, eso en una época en que la crisis las nuevas tecnologías y la globalización hacían cisco el empleo en las actividades económicas privadas, que al fin y al cabo son las que generan ingresos y no sólo gastos. Es necesario recordar que la mayoría de estos nuevos empleos eran de contratados circunstanciales de la era digital, porque España ocupa el cuarto lugar por la cola en número de funcionarios. Al tiempo que decenas de miles de pequeños empresarios y autónomos eran desvalijados por los gobiernos de todos los partidos, hasta llevarlos a la quiebra.

Como conclusión se puede decir algo que está relacionado con los hechos, España está económicamente mejor que estaba con los gobiernos de Zapatero, socialmente no está mucho peor, prueba de ello es que las situacionesde pobreza real han comenzado a disminuir en los últimos años, al igual que la desigualdad, al tiempo que se han incrementado las rentas de inserción que nunca han recibido más porcentaje en los Presupuestos Generales del Estado.

Ante un vaso de bienestar, la izquierda siempre dirá que está medio vacío, y la derecha que está medio lleno, pero ni la izquierda, ni la derecha nos dirán porque está mediado y no más lleno gracias a sus errores, mezquindades, corrupciones y depredaciones. Al fin y al cabo, todo lo que se dice desde los partidos políticos sólo tiene un interés, ocupar el poder para beneficiarse de sus prójimos; desgraciadamente la profesión política se ha convertido en el cuarto problema para los españoles, nadie cree ya que ningún político sacrifique sus propios intereses por el servicio a los demás. A mí me da igual que me roben con la izquierda o con la derecha, lo que no acepto es que me roben ni con la izquierda, ni con la derecha.

De lo que estoy seguro, es que a la inmensa mayoría de los españoles, les encantaría haber progresado durante este tiempo aunque fuera tan solo la mitad de lo que lo han hecho la media de los políticos españoles de todos los partidos, especialmente aquellos que ocuparon algún puesto en los consejos de administración de las Cajas de Ahorros de los que algunos truhanes han desfalcado o desviado más de 200.000 millones de euros durante la última década y de los que nadie parece saber nada.

Enrique Suárez


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